He tenido conocimiento de esta partida a través de un foro
sobre ajedrez romántico
que existe en Buho 21. Allí postean partidas con golpes
tácticos y se pueden leer opiniones interesantes sobre
el ajedrez. El último debate habla sobre la falta de
lucha en el torneo de candidatos y en el ajedrez actual
en general. La verdad es que he escrito sobre este
problema en varias ocasiones y creo necesario volver a
hacerlo. El detonante han sido las tablas en 8 jugadas
entre Kramnik y Grischuk en las semifinales, una partida
que hace un daño terrible al ajedrez dando una imagen
muy pobre del espíritu competitivo que reina en nuestro
deporte en la actualidad. Pero no hemos de quedarnos sólo
en esas tablas, apenas se está viendo alguna partida
donde se luche, aunque sea posicionalmente, lo que
convierte un supuesto espectáculo en un tostonazo difícil
de seguir. Como ya he comentado, el formato escogido no
fomenta precisamente la lucha y parece haber sido
elegido sin ningún criterio. Nos encontramos con que
los participantes prefieren jugárselo todo en las rápidas,
confiando en ser el que el que cometa el penúltimo
error... pero esa no es la esencia del ajedrez, los
ritmos rápidos son divertidos, pero nunca deben de
servir para decidir el pase a una final del campeonato
del mundo. Se está tirando por los suelos la reputación
de la competición más importante de la historia del
ajedrez, por la que pelearon hasta la extenuación los más
grandes. A día de hoy, muy poca pelea y mucha
especulación.
Shirov,
un soplo de aire fresco
Para quitarnos el mal sabor de boca y comprobar lo que
es una partida entretenida, recurramos a la partida
mencionada en el foro de buho 21, como no, de Alexei
Shirov. La verdad es que cuando leí los comentarios no
daba crédito: ¡un gambito de rey en los tiempos
actuales y en un torneo de élite!. Al reproducir los
movimientos fui preparando la web para colocar de
inmediato esta partida. El gambito de rey se dejó de
utilizar hace muchos años debido a la aparición del
Contragambito Falkbeer, por eso resulta sorprendente su
utilización por parte de Shirov. Por cierto, me hubiese
gustado ver la cara que puso Alekseev cuando vio la
jugada 2.f4.
Realmente la partida no tiene desperdicio, un gambito de
rey siempre promete emociones fuertes, pero si los dos
jugadores tienen ganas de marcha la partida se convierte
en una delicia. Shirov entrega la calidad, y de propina
algún peón con la idea de abrir líneas. Alekseev no
se arrugó y también se lanzó al ataque, por lo que la
partida se convirtió en un caos, con los dos reyes
totalmente desprotegidos y con un destino incierto. En
definitiva, partida con casi infinitas variables,
entretenida y una verdadera ofrenda a Caissa, que estos
días está algo enfadada con lo que hacen sus 'hijos'
dentro del tablero. |