En el ajedrez actual no se ven demasiados ataques contra
el enroque, en realidad es como una especie en vías
extinción. Peter Acs nos ha sorprendido a todos en esta
partida que disputó ante la joven promesa
estadounidense Ray Robson. Su ataque contra h3 es una
combinación típica, pero en este caso sumamente
arriesgada. El jugador húngaro jugó de forma valiente
y realizó un sacrificio sin compensación aparente, una
partida complicada con múltiples variantes y de un
futuro incierto... y bella y entretenida para el
espectador, que no disfruta de emociones tan fuertes
demasiado a menudo.
Acs jugó el final de partida solamente con la caballería
y con la infantería (que era superior en número a la
de su rival). Resultaba difícil saber si la pareja de
alfiles y la pieza de más podrían detener la avalancha
de peones, un final complicado lleno de trucos y
escaramuzas que finalmente se apuntaron las negras. Un
premio a la valentía y al espíritu aventurero, que nos
recuerda que el ajedrez es un deporte donde puede haber
emociones fuertes.
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