Miroshnichenko pensó que su enroque valía menos que
una torre del rival, pero cuando la dama es la encargada
de demoler la fortaleza defensiva el peligro aumenta de
forma exponencial. Volokititn, jugador agresivo y táctico,
calculó de forma correcta, no aceptar el sacrificio
tampoco conducía a nada para las negras, ya que se perdía
mucho material.
En un abrir y cerrar de ojos el enroque negro se
volatilizó y el rey quedó totalmente expuesto al
veneno de la dama blanca. Remate curioso y devastador. |