No es habitual que las partidas del ajedrez moderno nos
sorprendan, aunque existen jugadores que sobresalen por
encima del resto en el terreno de la imaginación.
Cheparinov se encuentra en dentro de este reducido
grupo, aunque irregular, siempre se muestra talentoso.
En esta ocasión hace algo poco común: embarca a su rey
en una peligroso viaje hacia g6 cuando todavía quedan
muchas piezas en el tablero. El rey sufre una mutación:
deja de ser una pieza endeble que necesita ayuda y se
convierte en un peligroso estilete ofensivo que acorrala
al rey enemigo. Sutovsky había preparado un ataque
bastante prometedor, aunque tal vez no se esperaba la
solución que encontró Cheparinov.
Por cierto, Cheparinov mostró su lado más irregular,
ya que pese a este bonito triunfo finalizó en la
última posición del torneo. |