Hace escasamente una hora el campeón del mundo,
Viswanathan Anand, ha dado toda una lección de como se
juega al ajedrez. Y ha sido todo un puñetazo en la
mesa, un "¡Aquí estoy yo, el campeón del
mundo". Tras el match con Gelfand varias voces
se alzaron para denunciar el flojo juego de Anand y
surgieron las primeras predicciones de que la corona
duraría poco más sobre su cabeza. Mucho ojo con esto,
Anand es un superclase del ajedrez, un jugador rebosante
de talento y cuando se tienen esas condiciones el factor
de la edad se ve reducido. El jugador que venza en el
torneo de candidatos tendrá una tarea hercúlea ante él,
Anand no se lo va a poner fácil a nadie, sea quien sea,
incluso Carlsen.
La partida es realmente sorprendente, una maravilla de
las que se ven pocas cada año. Los golpes de Vishy tras
la jugada 15 simplemente cortan el aliento, una
combinación tras otra que va estrangulando el juego
blanco especulando con la entrada por f2 y h2. Da igual
la torre de menos, los alfiles negros son como cuchillos
que amenazan la cabeza del rey, a lo que hay que sumar
al caballo, más bien purasangre, que también amenaza
el enroque. Por la importancia de la cita y del rival,
creo que ésta será una de las partidas del año.
Tras la jugada 15 se mascaba la tragedia sin necesidad
de echar un vistazo al tablero, bastaba con mirar
directamente a los protagonistas (que gracias a la
excelente retransmisión por internet, se podía hacer).
En el rostro de Anand se podía apreciar tranquilidad y
serenidad, observando el tablero como quien mira un buen
libro en el sofá de su casa. Sin embargo, Aronian se
encontraba en pleno estado de alteración, con la cabeza
hundida en el tablero y algo que denotaba lo mal que lo
estaba pasando: ¡tenía las orejas incandescentes!, síntoma
de que no estaba pasando un buen momento. Esto síntomas
dejaban claro que la partida no le iba a escapar a Anand,
en el ajedrez el estado anímico es fundamental y
Aronian no parecía en las condiciones idóneas para
defenderse ante semejante presión. Vishy siguió
apretando y remató la lucha con brillantez, un golpe de
autoridad ante uno de los aspirante a su corona. |