El torneo Chess Classic de Londres ha cambiado de formato en la presente edición, buscando ritmos más dinámicos y atrayentes para el público. En concreto han cambiado el ritmo del torneo a partidas rápidas (25 m + 10 s por jugadas) con un formato por eliminatorias. Cuatro grupos conformaron los octavos de final, en los que cada jugador se enfrentaba a su rival con blancas y negras de forma consecutiva. A partir de cuartos de final se jugaron eliminatorias a dos partidas con desempates blitz. Bien, el objetivo es claro: buscar espectáculo. En las partidas rápidas los Grandes Maestros juegan más sueltos, arriesgan más porque casi no existe tiempo para controlar un ataque de forma consistente y esto siempre va en favor del espectáculo. De este modo se ha visto lucha, emoción y partidas de ida y vuelta. Además, no nos engañemos, las partidas rápidas son mucho más entretenidas para el aficionado que las sigue desde su casa, más intentas, sin tiempo ni de consultar a un programa.

            Ésta me parece una medida interesante, aunque sólo a adoptar en torneos específicos, nunca en el campeonato del mundo y sus torneos clasificatorios. Evidentemente, deben seguir existiendo torneos a ritmo clásico, ese es el ajedrez de verdad y no debemos perderlo. Pero no veo con malos que cada año haya varios torneos de prestigio a ritmo rápido, lo que puede atraer a nuevos aficionados al ajedrez a los que una partida de varias horas les pueda resultar demasiado aburrida. Los puristas dirán que el ajedrez rápido está repleto de errores y realmente hay que darles la razón, pero puede representar una vía para poder disfrutar de un ajedrez más dinámico y entretenido... nuevos tiempos, nuevas tendencias.

            Los organizadores ingleses decidieron incluir a varios de sus compatriotas entre los participantes, una medida inteligente por su parte que ayudará en el progreso de sus jugadores y por ende en el desarrollo del ajedrez del país. Los viejos rockeros del ajedrez han demostrado seguir en gran forma copando las semifinales, aunque el único jugador de las nuevas generaciones que llegó tan lejos, hablamos de Hikaru Nakamura, por supuesto, terminó llevándose la victoria. Nakamura ha vuelto a demostrar que en ritmos rápidos es uno de los jugadores más fuertes del planeta y su victoria ha sido rotunda, aunque no lo fue tanto en la fase de grupos. Boris Gelfand ha confirmado que se mueve como pez en el agua en el sistema de eliminatorias, demostrando una gran solidez gracias a la que casi nunca pierde una partida, demostrando un tesón increíble incluso en apuros de tiempo. Caruana estuvo extraordinario en la fase de grupos, pero se vio superado por la roca Gelfand en la primera eliminatoria. Estos fueron los resultados:

Octavos de final

Cuartos de final

Semifinales

Final