El mes de mayo no pasará a la historia del ajedrez por
su producción de partidas tácticas. Además lo que si
se está dando en grandes cantidades son las tablas en
pocas jugadas, las mal llamadas tablas de Gran Maestro.
Siguen pasando los años y las cosas continúan igual,
no se hace casi nada para terminar con esta lacra y el
ajedrez se mantiene estancado como deporte y como espectáculo.
Y lo peor es que nos hemos acostumbrado, lo vemos normal
e incluso algunos periodistas y jugadores las defienden
a capa y espada.
Pero olvidémonos de las tablas tristes y vayamos a una
partida donde se peleó por la victoria y que además
resultó realmente aleccionadora. El peón pasado hace
que las piezas negras tengan que estar absolutamente
pendientes de él, varias de ellas es como si no jugasen
ya que se encuentran ancladas. Ese es el poder de los
peones pasados, de hecho ya avisó sobre ello Aaron
Nomzowitsch: "el peón doblado es un peligroso
criminal que hay que mantener bajo llave". Ivanchuk
entiende que el peón de e5 marcará el destino de la
partida y decide prescindir de su caballo a cambio de
dos peones negros, lo que le otorgará espacio para
maniobrar y la iniciativa en el ataque, ya que a partir
de ese momento cada movimiento de Grischuk estuvo
destinado a tareas defensivas.
Bella lección sobre como conseguir la iniciativa y como
aprovechar la tremenda fuerza de un peón pasado,
Ivanchuk es un auténtico maestro en todas las
disciplinas del ajedrez, un superclase. |