Parece que Vassily Ivanchuk ha superado el bache de juego en el que se
vio inmerso tras las Olimpiadas. Pero
lo que más llama la atención es su facilidad para jugar con distintos
estilos, según le place, cual camaleón que cambia
de color según las circunstancias. Recientemente ha dado muestras de
ser un virtuoso del ajedrez posicional, asfixiando
el juego de sus rivales (como en el Magistral de León). Cuando lo cree
oportuno destapa el tarro de su talento
y toma un poco, el resultado son partidas como esta, alocadas y
dinámicas.
Por cierto, ¿Alekseev nunca ha oído la famosa frase: "si los
caballos andan por los rincones, vas a ganar por los c...?", porque resulta sorprendente ver sus dos caballos en la columna a
(en la jugada 20), la más apartada de su enroque,
y sin hacer nada de nada. Ante tales circunstancias, Ivanchuk decidió
atacar con decisión y esto le dio una cómoda
victoria.
La partida corresponde a uno de los torneos FIDE Grand Prix, otra de las
creaciones de dicha organización que
resultan un tanto extrañas y que sirven para confundir a los
aficionados, que no terminan de comprender la función de todas estas competiciones y ciclos clasificatorios para el
campeonato del mundo.
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