Wang Yue jugaba a tablas sin disimulo, simplemente
estaba a la espera moviendo repetidamente una de sus
torres, lo cual resulta lógico ya que su posición era
evidentemente peor. En estas posiciones es muy
complicado maniobrar, Wang había cubierto cada hueco y
no parecía una tarea sencilla tomar la fortaleza china.
Estuve viendo la partida en directo y me atraía mucho
alguna combinación contra g6 para contar con un peón
pasado muy cerca de coronar y muy próximo al rey
enemigo, algo que daría todavía más posibilidades tácticas
a las blancas. Esa parecía la forma más lógica de
dinamitar la posición y así lo entendió Gelfand que
se lanzó al ataque tras situar todas sus piezas en los
lugares correctos.
El sacrificio llegó por la diagonal abierta, pero
Gelfand continuó complicando las cosas con la genial
jugada 48.Cdh8 que activaba todas las piezas de la
columna (tras la jugada previa Af7) y ponía en serio
riesgo al monarca negro. La posición resultante fue
totalmente favorable a las blancas, que contaban con un
peón de más que encima estaba pasado... un jugador tan
fino como Gelfand necesita mucho menos para obtener
victorias (como nos demostró recientemente en León) y
se apuntó la victoria sin demasiadas dificultades.
Un triunfo repleto de belleza, un auténtico asalto a la
fortaleza enemiga lleno de emoción y golpes tácticos.
En definitiva, un disfrute para todos los amantes del
ajedrez. |