Hay partidas que encumbran al ajedrez y lo hacen
diferente al resto de deportes. Aunque el ajedrez
parezca un deporte tranquilo, no lo es. Es pura batalla,
energía, estrategia y lucha hasta el último aliento,
una mente tratando de derrotar a otra mente, sin piedad.
El perdedor quedará consternado, porque no hay derrota
más dura que saber que alguien te ha superado a nivel
mental. O al menos, en ocasiones llega a ser todo esto.
Pongámonos en situación: Copa del Mundo (en juego dos
plazas para el torneo de candidatos al campeonato del
mundo), octavos de final, Judit había perdido la
primera partida por lo que sólo le valía el triunfo.
La tarde estaba siendo movida, Ivanchuk volvía a estar
contra las cuerdas, Svidler conseguía eliminar a Kamsky
de forma brillante, Nielsen apretaba de lo lindo a
Gashimov (uno de los favoritos) y en la partida que ven
arriba se estaba planteando una siciliana rabiosa.
La partida lo tuvo todo. Primero fue Lenier Domínguez
el que lanzó un ataque contra el enroque y lo hizo
contra todo pronóstico, ya que le servían las tablas y
se esperaba una partida tranquila. La posición tenía
buenas perspectivas para las blancas y un segundo
sacrificio de pieza dinamitaba por completo las defensas
negras... pero enfrente estaba una jugadora a la que le
encantan los problemas en el tablero. Judit recolocó
sus fichas y lanzó un contraataque que dejó la partida
en el aire... los programas se han vuelto locos para
evaluarla, cada uno decía una cosa diferente, aunque
siempre con ventaja para Judit.
ñ
Lenier
Domínguez y Judit Polgar
La situación era complicada: 2 torres y 5 peones vs 2
alfiles, una torre y 3 peones. Difícil de jugar, difícil
de evaluar. Judit fue apretando poco a poco, logró
ventaja, pero no parecía una situación fácil de
rematar. Todo esto ocurría con poco tiempo en los
relojes, de hecho la última hora de partida discurrió
con menos de 3 minutos para cada jugador, sólo
aliviados por los incrementos por jugada. Tras varias
maniobras las negras llegaron a una posición ganadora,
pero Judit no encontró la jugada correcta y entró en
un final aun más complicado: torre vs torre y alfil.
Parece que con la jugada 74...Rc1 se llegaba a la
victoria de forma menos tortuosa, ya que se conservaba
el peón.
Lo siguiente fue una sucesión de maniobras en las que
Judit buscaba el mate, se iban repitiendo las
situaciones con las negras buscando acorralar al rey
blanco de distintas formas. No podría asegurar si en
algún momento hubo triple repetición. Finalmente Judit
consiguió arrinconar al rey blanco en una esquina, por
lo que las opciones de mate eran dos, algo que la torre
blanca no podía cubrir. Lenier inclinó su rey tras
casi 6 horas de juego, una lucha titánica entre dos
guerreros del tablero, un bello homenaje al ajedrez.
Es difícil poder saber la tensión a la que han estado
sometidos ambos jugadores, había mucho en juego y han
jugado la mayor parte de la partida sin tiempo para
pensar. Y para mañana el desenlace, ya que Judit y
Lenier se volverán a encontrar en los desempates.
Partidas como ésta son las que hacen que el ajedrez
tenga millones de seguidores a lo largo de todo el
planeta, muestran todo lo bueno que este deporte puede
dar y son un verdadero espectáculo para el aficionado. |