No estaba siendo su mejor torneo, pero Carlsen nos
deleitó en la penúltima ronda con una partida digna
del jugador que ha sido recordado en este torneo. El
memorial Tahl se disputa en Moscú y suele reunir a los
mejores jugadores del mundo. En torneos tan duros no es
habitual ver ajedrez táctico, el temor se impone y se
suelen utilizar aperturas donde no se corren demasiados
riesgos. Y entre todo este mundo plagado de tablas, eso
si, con lucha, ha reinado el ruso Vladimir Kramnik.
El ataque que lanza Carlsen se ha visto en numerosas
ocasiones en el mundo del ajedrez, el sacrificio de una
pieza menor en e6 es habitual cuando el rey negro no está
enrocado y resulta extremadamente peligroso para este
bando. La partida estaba siendo entretenida antes del
sacrificio de caballo y prometía emociones fuertes ante
la posibilidad de enroques opuestos. Poco a poco Carlsen
fue adquiriendo ventaja gracias al mejor posicionamiento
de sus piezas, para terminar rematando la partida con
otra bonita combinación.
El triunfo final ha sido para Vladimir Kramnik, y por lo
visto, con total merecimiento. Cuando Kramnik está en
forma o simplemente tiene ganas de jugar (algo no muy
habitual), nos suele sorprender con su juego, sus
partidas son sencillas, pero a la vez profundas, y
cuando gana siempre queda la sensación de que ha pasado
por encima de su rival con una facilidad pasmosa. No he
visto nunca un jugador que consiga y explote pequeñas
ventajas como lo hace el ruso. Pero Kramnik no es un
jugador que se haya ganado nuestro respeto, su falta de
actitud en muchísimos torneos le ha dado fama de
jugador rácano, 'deleitándonos' con excesivas tablas rápidas.
Una pena para el ajedrez.
En cuanto al torneo, uno más de alto nivel donde no se
ha visto demasiado espectáculo. El mundo del ajedrez,
como otros aspectos de la vida, se va volviendo más
gris con el paso de los años. Muy lejos quedan los
tiempos de románticos caballeros que planteaban batalla
sin temor y siempre a pecho descubierto, el ajedrez
tiende hacia un perfeccionamiento heredado de los
programas de ajedrez, se busca la mejor jugada en todo
momento y se ha olvidado el componente estético de este
deporte. Realmente es algo lógico, tras siglos de
estudio de aperturas y de largas investigaciones parece
que queda poco por explorar, por lo que es muy difícil
poder sorprender a un GM de alto nivel, en tales
circunstancias se evita el combate cuerpo a cuerpo y de
ese modo al menos se aseguran unas tablas.
Por último quería comentar un aspecto del torneo, y es
la elección de jugadores, que en su mayoría no
representan el espíritu de Mikhail Tahl, que a la
postre es el homenajeado. Leko, Gelfand, Kramnik...
parece que a los organizadores sólo les importa
reclutar la mayor cantidad de elo posible y no prestan
atención a otros detalles. Creo que sería bonito
rendir un verdadero homenaje a Tahl, con jugadores
amantes del riesgo y del ajedrez táctico, que produzcan
partidas donde haya emoción y adrenalina... ¿donde están
Shirov o Judit Polgar?. Desde la nube en la que se
encuentre, Tahl observará las partidas de esta edición
con el ceño fruncido y negará con la cabeza... |