A Aronian no se le puede dar ni un resquicio, de lo
contrario pasará al ataque y triturará lo que tenga
enfrente. Su estilo de juego es imposible de calificar,
entraría dentro de la definición de 'universal', ya
que el armenio puede jugar con acierto cualquier tipo de
posición. Pero cuando los ingredientes de la partida
son los ideales para un guiso táctico, es cuando
Aronian pone en juego su gran talento y juega partidas
realmente brillantes.
Antes de que se desatase la tormenta táctica en el
tablero, Aronian debía estar realmente satisfecho con
lo que estaba viendo. Sus piezas estaban dispuestas para
entrar en acción, el enroque negro era totalmente
vulnerable y desprotegido, ya que ninguna pieza parecía
preocupada por la seguridad de su monarca. Lo que ocurrió
en la jugada 27 era algo que se veía venir y Aronian lo
ejecutó con precisión y maestría: desmantelamiento
del enroque y aprovechamiento de la gran debilidad del
rey. |