Magnus Carlsen sigue creciendo y parece lejano el día
en que alcance su techo como jugador de ajedrez. La
influencia de Kasparov está resultando realmente
positiva, no creo que tanto a nivel de juego como a
nivel de actitud. Y es que hoy en día veo a un Carlsen
con más ganas de vencer, algo en lo que su entrenador
no tenía rival, la ambición del 'ogro de Baku' no
conocía límites y gracias a ella logró triunfos
impensables.
Si, la actitud de Carlsen ha cambiado. Hace unos pocos años
era habitual ver como hacía tablas rápidas y a veces
se conformaba en exceso con posiciones de honor. Eso ha
cambiado y así lo ha demostrado en el Melody Amber. Ha
protagonizado una gran remontada ante un fortísimo
Vassily Ivanchuk y sólo el resbalón en la partida a la
ciega de la última ronda le ha privado de ganar el
torneo en solitario. Me gusta que tenga esa ambición,
la leyenda de un jugador de ajedrez sólo se forja a
base de triunfos, los más grandes nunca se conformaron
con segundos puestos. A la memoria me viene la ambición
que demostraba Fischer, Botvinnik o Tahl... no ha pasado
tanto tiempo desde entonces.
Carlsen es la gran sensación del ajedrez actual, pero
tendrá que confirmar todo el revuelo que ha levantado a
su alrededor en el campeonato del mundo y en los torneos
más importantes, como Linares. Lograr esto supone tener
que soportar una presión terrible y es ahí donde
Carlsen tendrá que reivindicarse, ya que talento para
jugar al ajedrez ya ha demostrado que le sobra. |