Anand dominaba el torneo durante su primera mitad y además lo hacía con una buena ventaja. Pero los torneos blitz son impredecibles, se firman pocas tablas por lo que las remontadas están a la orden del día. Además, no resulta extraño poder
encadenar una racha negativa y perder varias posiciones. En torneos normales eso no ocurre, porque lo normal es ir sumando muchas tablas por lo que la clasificación sufre pocas alteraciones.
No vamos a descubrir ahora al indio Viswanathan Anand, un jugador que
mueve a la velocidad de un meteoro incluso cuando juega a ritmo
clásico, lo que le ha valido el apodo de Lucky Luke. En esta partida
tenemos un ataque directo contra el enroque, las piezas de Anand están
fenomenalmente situadas para iniciar un asedio contra la fortaleza negra
(salvo su caballo, extrañamente situado en a1). Combinar a ritmo blitz
no es tarea fácil, exige una buena dosis de sangre fría y cierta
agresividad en el juego, es como lanzarse en un descenso a tumba abierta
porque no puedes calcular con precisión por la falta de tiempo para
hacerlo.
Por contra, cuando necesitas imperiosamente la victoria puedes buscar
jugadas arriesgadas que compliquen la posición, ya que ni tú ni tu
rival tendréis tiempo de analizar demasiado. Las partidas blitz son una
modalidad espectacular y muy vistosa, pero que los puristas rechazan
diciendo que eso no es ajedrez, ya que se cometen demasiadas
imprecisiones... yo me quedo con el espectáculo, que al fin y al cabo
nos va a proporcionar más diversión y deleite.
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