Durante la época romántica (siglo XIX) se utilizaban
aperturas osadas, los jugadores asumían grandes riesgos
y no rehuían el combate cuerpo a cuerpo. Esto trajo
aparejado la creación de aperturas que se adecuasen a
esta forma de jugar. Se daba prioridad a un desarrollo rápido
de las piezas, por lo que no importaba entregar un peón
en las primeras jugadas o dejar descuidada la línea
defensiva.
Los gambitos se pusieron de moda, eran atrevidos y
siempre daban lugar a partidas dinámicas. Era una época
donde el estilo de ataque era el predominante, tanto
para el jugador como para el aficionado. Los jugadores
románticos eran admirados y por eso no se especulaba
con el resultado, ambos jugadores buscaban la victoria
con ímpetu.
Todo jugador que utilice estas aperturas debe hacerlo
con energía y decisión, si juega de un modo pasivo
seguramente se encuentre con una partida que derive en
un final perdedor.
Comenzaré con el famoso gambito Evans, para ir
publicando poco a poco el resto de aperturas que se
jugaban en el ajedrez clásico. |