Llegamos a la última y decisiva ronda del torneo. Shirov ha venido apretando por detrás y se ha ganado el derecho a ser el juez de la competición. La emoción disminuye cuando Malakhov y Mamedyarov firman unas tablas rápidas en el segundo tablero. Oigo alguna opinión en torno a que Shirov puede ganar el torneo en un triple empate, pero eso es imposible porque el desempate siempre perjudica al jugador que ha venido remontando por detrás y si favorece al que ha sido líder durante más rondas.

Topalov-Shirov, Tablero 1

             Topalov se encuentra en una cómoda situación, ya que probablemente le sirvan las tablas porque en el desempate con Mamedyarov saldría beneficiado. Aun así, Topi demuestra ser un luchado incansable y se lanza a por el triunfo. Esta partida final está a la altura del resto del torneo y ambos jugadores lo dan todo. Shirov trata de exprimir la situación, defendiéndose en una posición inferior. Además llegan los apuros de tiempos para el letón-español, que se encuentra con sólo 5 segundos por lo que debe mover con extrema rapidez (realizando varias jugadas cuando sólo le quedaba 1 seg a su reloj). Finalmente Topalov explota a la perfección la movilidad de sus piezas y se apunta un merecido triunfo, en la partida y en el torneo.

             El público trata de rendir un homenaje al ganador con un improvisado aplauso, que es inmediatamente detenido por el árbitro y por el propio Topalov que pide silencio para el resto de partidas que se están jugando... demostrando ser todo un caballero.

             En el resto de tableros sobresale el triunfo de Ljubojevic, que certifica el gran torneo que venía realizando.

RESULTADOS

CLASIFICACIÓN FINAL

Ceremonia de clausura

                La ceremonia de clausura, conducida por Leontxo García, se hizo un poco larga debido al alto número de premiados. El público mostró su simpatía a Alexei Shirov al tributarle la ovación más larga y sonora, incluso mayor que la del ganador del torneo. Leontxo le presentó como el 'Leonardo da Vinci del ajedrez' y Shirov subió al escenario algo abrumado, haciéndole gestos (amigables) para hacerle entender que se había excedido en sus elogios (además de genial jugador, también es modesto). Sin duda, el más descontento fue Vadim Milov, nada contento con su actuación se negó a posar para los fotógrafos al recibir su premio (ser 18º está muy por debajo de un jugador con 2705 de ELO).

                Además pude asistir a la curiosa escena del pesaje, un acto divertido que se ha convertido en una seña de identidad del torneo y que sirve de abanderado del vino de la región en el mundo entero.

Topalov recibe su peso en vino, no les salió muy caro porque el búlgaro tiene los kilos justos

(Domingo 3 - 14:44)

              Por último, sólo me queda recomendar este torneo a cualquier aficionado que quiera ver a sus ídolos de cerca y disfrutar de un gran ambiente ajedrecístico. La organización ha sido excelente, me agradó ver tantos miembros del club organizador recorriendo la sala atentos a cualquier detalle.

              Nadie podrá juzgar nuestro deporte sin haber asistido antes a un torneo en directo, es algo especial y muy recomendable. Por lo que ya saben, aventúresen a viajar y a disfrutar del ajedrez.