Tras esta partida, seguro que Alexander Chernin estuvo
soñando con las Polgar durante unas semanas. De nuevo
había sido barrido del tablero por una de las hermanas
y se repetía el modo de llegar a la derrota: un bonito
sacrificio de torre contra el enroque blanco, tal como
hizo Judit 3 años atrás.
El mundo del ajedrez tiene estas casualidades, aunque
seguro que a Chernin no le hizo demasiada gracia ninguna
de las dos partidas. En esta última no tuvo ninguna
opción y fue literalmente asfixiado por las piezas de
Zsuzsa, que estaban colocadas de una forma ideal para
lanzarse al ataque.
Fue durante esa época, primera mitad de los 90, cuando
las 3 Polgar estaban llegando a su más alto nivel. Su
nombre recorrió el mundo del ajedrez en todas direcciones
y se convirtieron en el rival a batir por muchos
hombres. Más adelante sólo Judit continuaría con su
carrera, de una manera muy brillante, mientras Sofia y
Zsuzsa abandonaban el tablero en su vertiente
profesional. |