Nadie puede poner en duda que Judit Polgar es la mejor
jugadora de la historia del ajedrez. Pero no sólo nos
debemos quedar con eso. Judit es talentosa, pero
también atrevida y valiente, jugando siempre al ataque
sin temor al riesgo. Pocos jugadores actuales pueden
presumir de tener estas cualidades, que escasean
preocupantemente. Es, por tanto, un modelo a seguir por
los ajedrecistas jóvenes y, por supuesto, por todas las
mujeres del mundo, que ven en Judit un ejemplo de lucha
en un mundo de hombres. |