Esta partida fue jugada en las semifinales del
Campeonato de la URSS, torneo en el que Maia
Chiburdanidze consiguió finalizar en una más que
meritoria segunda posición:
Ver
tabla.
Además, detrás de esta partida hay una curiosa historia, en la
cual el talento tendrá un papel primordial.
Gufeld
era el entrenador de Maia Chiburdanidze, él fue el
encargado de desarrollar el fabuloso caudal de talento
natural de la georgiana. Pero el comienzo de la historia
no incluye a Maia, sino a Efim Geller y a Gufeld. Hay
que situarse en el Torneo Interzonal de Portoroz (1973),
Polugaevsky y Geller se jugaban las dos últimas plazas
para el torneo de candidatos. En la partida que les
enfrentó, Polugaevsky encontró una fuerte novedad en
la siciliana que le dio la victoria. Por la noche,
Geller y Gufeld analizaron la partida durante horas
hasta encontrar un refutación... y vaya si la
encontraron, una serie de golpes tácticos daban un
fuerte ataque a las blancas y las dejaba en posición
ganadora.
La
idea de Geller y Gufeld se quedó en la nevera durante
meses ya que no pudo ser utilizada por ninguno de ellos
en partida alguna. Gufeld decidió enseñársela a su
discípula, pero como la idea no era suya al 100% se la
transmitió de la siguiente forma: "Maia, en esta
posición las blancas pueden alcanzar sin lugar a dudas
una posición superior. No puedo decirte como. Tendrás
que encontrarlo tú sola".
Al día
siguiente Maia encontró la solución y la aplicó en su
partida con Dvoirys. Las jugadas que debía encontrar
fueron: 12.Cd5!! y 13.Cc6!!. Chiburdanize demostró su
dominio del ajedrez táctico y su capacidad para
analizar variantes con rapidez. El talento engrandece al
ajedrez.
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