La
genialidad de Frank James Marshall
El nombre de Frank James Marshall debe aparecer, sin
ningún género de duda, en cualquier lista de
talentos del ajedrez. Su vida estuvo salpicada de
anécdotas y brillantes partidas de ataque, llegando a
ser uno de los jugadores más temidos a nivel de
torneo.
Durante el torneo de Amsterdam de 1911 Marshall estaba
jugando con Johannes Esser. En la jugada 37, con la
partida muy avanzada, Marshall se dispuso a encender
uno de sus legendarios cigarrillos (casi tan
legendarios como sus corbatas), pero al hacerlo derribó
una de sus torres con el codo, cayendo ésta al suelo.
Un aficionado se lanzó con rapidez hacia al suelo
para recogerla, entregándosela a Marshall para que éste
la volviese a colocar en el tablero. Pero Marhall le
detuvo con un gesto y le dijo: "No importa, no
necesitaré mi torre"... sin duda uno de los
'sacrificios' más curiosos de la historia del
ajedrez.
Verdaderamente la ventaja de Marshall, con 3 peones
pasados y enlazados a punto de coronar, era abrumadora
con o sin la torre. Pueden ver la partida completa en: Esser
- Marshall.
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