El campeonato del mundo 2012 llevaba camino de pasar a la historia por la falta de ambición de los contendientes y por el aburrimiento general. Durante las primeras 7 partidas Anand y Gelfand se han dedicado a realizar una serie de amagos en la apertura, esperando el error del rival, para luego no arriesgar nada en el medio juego firmando empates poco atractivos. Ha sido como ver a dos boxeadores amagando continuamente, pero sin soltar un sólo golpe, sudando un poco pero sin ningún arañazo en sus cuerpos. Pero en la séptima partida, entre amago y amago, uno de los boxeadores ha resbalado y su rival lo ha aprovechado para golpear con fiereza.

            Con esta forma de jugar parecía claro que el destino del match iba a estar marcado por algún error en la apertura o al comienzo del medio juego. Anand ha cometido un pequeño error en la jugada 25 y se ha derrumbado con estrépito. A partir del error la posición negra era peor, con sus piezas inactivas ante la poderosa pareja de caballos blancos, situación que Anand a minusvalorado sin ver el peligro que se cernía sobre su cabeza. Anand, con ciertos apuros de tiempo, se ha extraviado y ha cometido varios errores seguidos que han hecho que su derrota fuese fulminante. Podéis ver la partida en el siguiente enlace: Séptima partida.

            La partida no es para echar las campanas al vuelo, pero va a cambiar por completo el match. Al campeón del mundo le quedan 5 partidas para revertir la situación y va a tener que arriesgar, lo que abrirá las partidas. Pero enfrente tiene una verdadera roca, un jugador que se encuentra muy cómodo en estas situaciones ventajosas y que es capaz de defenderse en posiciones inferiores. Veremos si Anand tiene la dinamita suficiente para volar la roca o si se va a estrellar de frente contra ella... por el momento su juego ha sido temeroso y falto de energía, pero un gran campeón tiene que saber levantarse y pelear. Ojalá veamos un gran espectáculo en lo que resta de mundial y los aficionados puedan empezar a divertirse de verdad.

Javier Cordero Fernández

(20 Mayo 2012)