No
entraba en mis planes escribir sobre el campeonato del
mundo, pero tras seguir las 4 primeras partidas y
aburrirme mucho, he cambiado de opinión. Ya ha
transcurrido 1/3 del campeonato y ambos jugadores
parecen estar posponiendo cualquier amago de lucha para
más adelante... pero, ¿para cuándo?
Sólo una de las partidas estuvo algo movida en la
apertura, y público y entendidos se han sobresaltado
para lanzar al viento sus elogios celosamente guardados.
Pero no, la cosa no es tan sencilla. Ambos
'combatientes' han regalado a la afición partidas
soporíferas, sin lucha, sin determinación alguna en
perseguir la victoria. La historia del campeonato del
mundo eleva al ajedrez al rango de leyenda, pero se ha
logrado gracias a jugadores de talento que decidieron
arriesgar en pos de los laureles del triunfo. Nombres
como Capablanca, Alekhine, Botvinnik, Tahl, Fischer o
Kaspartov engrandecen este deporte por las batallas en
las que participaron y por su afán en llegar a lo más
alto, por ello fueron dignos campeones. Lo que estamos
siguiendo estos días es un juego contenido que oculta
un miedo latente a la derrota, lo que, hablando de
deporte, siempre es una verdadera lástima.
Sorprende el caso de Anand, que parece tener un gran
temor a perder su corona a pesar de tantos años de
reinado. La pena es que el aficionado está perdiendo el
interés por el encuentro, que ya de por sí no era
demasiado alto. No paro de leer, con cierta sorpresa,
que todo esto es normal, ya que el match es corto y una
derrota es casi imposible de remontar... no lo termino
entender, si pierdes en la segunda partida, ¿es
imposible remontar en otras 10? Creo que esto es
exagerado, si bien el encuentro no es tan largo como lo
fueron hace décadas, 12 partidas dan cierto margen de
maniobra que puede permitir arriesgar. Dejemos de
justificar a los grandes de jugadores y exijámosles que
den todo en el tablero, es la única forma de
engrandecer un deporte que cada día se vuelve más
pequeño.
Espero que las cosas cambien en las siguiente partidas o
este match pasará a la historia por ser el más
anodino. Confío en que ambos jugadores sabrán cambiar
el rumbo de los acontecimientos y brindarnos un poco de
espectáculo o que al menos den la sensación de
perseguir el triunfo.
Javier
Cordero Fernández
(16
Mayo 2012)
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