Solemos
conocer a los maestros de ajedrez por sus partidas,
aunque en ocasiones no sabemos lo que se esconde detrás del
ajedrez, sin imaginarnos como fueron sus vidas ni las
dificultades por las que tuvieron que pasar. Ese es el caso de Frederick
Yates, maestro que tomó una decisión arriesgada que no
dio los frutos que el esperaba.
Frederick Yates tenía una vida apacible, trabajaba como
contable, lo que le daba suficientes ingresos para no
pasar problemas económicos. Sin embargo, Yates tenía
otra pasión: un deporte que se jugaba en un tablero de
64 casillas por el que corrían sin cesar 32 piezas y
donde el ingenio era el que reinaba. La pasión creció
hasta tal punto, que Yates creyó que podría escalar la
complicada cima de la felicidad si se ganaba la vida a través del ajedrez.
Por este motivo decidió abandonar su puesto de contable
y se hizo jugador profesional en
1909.
Nada salió como Yates había planeado. Sus resultados
nunca fueron destacables, salvo en el campeonato
británico, que ganó en 6 ocasiones. Pero los
grandes premios estaban en los torneos internacionales y
para acceder a ellos había que finalizar en los
primeros lugares, algo que nuestro protagonista casi
nunca consiguió. Europa se encontraba sumida en una
constante crisis económica, por lo que el dinero
escaseaba, y más en un mundo del ajedrez. Yates empezó
a pasar dificultades económicas y en distintas épocas
de su vida se vio obligado a vivir en la miseria.
A pesar de ello, Yates perseveró en su empeño y nunca
dio marcha atrás en su decisión. Intentó complementar
sus ingresos en los torneos con colaboraciones en medios
ajedrecísticos, como una columna en el Manchester
Guardian. Además, escribió varios libros, como "Modern
master play" junto a William Winter o varias obras
sobre los encuentros Capablanca-Alekhine y los matches
entre Alekhine y Bogoljubow. Sin embargo, estos extras
nunca fueron suficientes y Yates pasó por varias épocas
de privaciones a lo largo de su vida.
Yates fue un jugador de corte táctico, lo que le
convirtió, a pesar de su irregularidad, en un jugador
peligroso. Varios jugadores ilustres se encuentran entre
sus victimas: Alekhine, Reti, Bogoljubow, Euwe,
Tartakower, Rubinstein, Nimzowitsch o Vidmar sucumbieron
en alguna partida ante el británico. Echemos el telón
con una muestra de su talento en el tablero, el
cual no fue suficiente para alejarle de la miseria:
Yates,
Frederick - Haida, August Konrad
Marienbad
1925
1.e4
c5 2.Cf3 e6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 Ab4 6.Ad3
Cc6 7.Cxc6 bxc6 8.0–0 0–0 9.e5 Ce8 10.Dg4
Ae7 11.Ah6 f5 12.exf6 Txf6 13.Ag5 Tf7 14.Ce4 g6
15.Tae1 d5 16.Axe7 Txe7 17.Cg5 e5 18.Dh4 e4
19.Txe4 dxe4 20.Ac4+ Rf8 21.Dh6+ Tg7 22.Cxh7+
Re7 23.Dg5+ Rd7 24.Td1+ Cd6 25.Cf6+ Re7 26.Cxe4+
1–0
Después
de 18...e4
|
Javier
Cordero Fernández
(30
Junio 2013)
BIBLIOGRAFÍA
"Enciclopedia
de ajedrez" -
Harry Golombek
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