La
figura de Howard Staunton es muy conocida dentro el
mundo del ajedrez. Con el paso del tiempo se ha reconocido la profundidad de
su estilo posicional, que resultó ser muy superior al de sus
contemporáneos. Lo que tal vez no sea tan conocido son
sus orígenes, los cuales marcaron profundamente su carácter
y su forma de comportarse.
La raíz de los problemas de Staunton se remonta a
su nacimiento, ya que fue hijo ilegítimo de
Frederick Howard, conde de Carlisle. El conde nunca
le reconoció como su hijo, por lo que Staunton no pudo
disfrutar de la posición social que le correspondía. Este
rechazo le marcó profundamente y le condenó a una
juventud de miseria de la que sólo logró sobreponerse a base de
trabajo. No es cierta la historia que aparece en algunos
medios en la que se asegura que Staunton, a los 20
años, heredó una gran suma de dinero del conde y la
dilapidó en muy poco tiempo, ya que este hecho no se
refleja en la documentación del conde.
Howard
Staunton
Staunton comenzó a labrarse un porvenir como actor, tal
vez de esta vocación le venga el gran interés que
mostró posteriormente por Shakespeare. Su afición por el ajedrez fue
tardía, ya que no aprendió a jugar hasta los 19 años.
Fue precisamente el ajedrez el instrumento con el que quiso ganar el reconocimiento que le fue negado tras su
nacimiento. Sin embargo, su complicada infancia y
juventud habían influido negativamente en su
carácter y esto se vio reflejado en su carrera
ajedrecística. Staunton mantuvo malas relaciones con
varios jugadores, criticando a muchos de ellos a través
de su columna en el periódico "The illustrated
London news".
Pero algo más marcó la carrera de Staunton y no fue
positivo precisamente. En varias ocasiones el maestro
inglés se negó a competir contra otros jugadores,
permitiendo que la sombra de la duda se cerniese sobre
su persona. Así lo hizo con Saint Amant, algo que
resulta extraño ya que le había derrotado en un match
de forma muy clara, negando un encuentro de revancha a
su rival en varias ocasiones. Aunque más sonada fue su negativa
a enfrentarse a Paul Morphy, convirtiéndose en el
único jugador europeo que evitó enfrentarse con el
norteamericano y además en repetidas ocasiones (al
menos Morphy le derrotó en una partida
en consulta). En ambos casos utilizó la
misma excusa: estar centrado en la una edición de las
obras de Shakespeare.
Mi impresión es que Staunton tuvo miedo de perder la privilegiada reputación
que había logrado en el mundo del ajedrez. Su mente, ya
de por sí torturada, no hubiese asimilado una caída
desde tanta altura. Por eso, cada vez que tuvo que poner
en juego su ficticia corona, se negó a hacerlo,
buscando el camino más cómodo para conservar lo que
tanto le había costado conseguir.
Curiosamente, Staunton falleció el 22 de Junio de 1874 (el
aniversario del nacimiento de Morphy).
Javier
Cordero Fernández
(13
Abril 2012)
BIBLIOGRAFÍA
"Enciclopedia
de ajedrez" -
Harry Golombek
"Larousse
del ajedrez"
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