Carl
Schlechter fue uno de los jugadores más fuertes de
principios del siglo XX, pero también consiguió ser
uno de los más respetados y queridos, ya que su
comportamiento, siempre amable y educado, le granjeó la
amistad de todos y cada uno de sus rivales.
En una crónica de la época se le definió de forma
bastante exacta: "Era bajo, de mirada inteligente, tímido,
modesto y extraordinariamente pacífico. Su tranquilidad
se mostraba en su forma de hablar e incluso en su andar
reposado. Todo el mundo le quería". Schlechter
era un amante de la naturaleza, adoraba las flores
(motivo por el cual cada una de sus partidas en esta web
va acompañada de una flor), la música y el
campo. Solía
recluirse en la naturaleza durante largas temporadas,
huyendo del mundo y refugiándose en su propio interior.
Carl
Schlechter
Pero Schlechter no sólo era amable, también demostró
ser una gran persona. En varias partidas a lo largo de
su carrera concedió tablas a sus rivales en posiciones
donde tenía alguna ventaja... un caso realmente único
en la historia del ajedrez y del deporte. Aunque el
mayor ejemplo de su caballerosidad se dio durante el
campeonato del mundo que le enfrentó a Lasker. El
encuentro constaba de 10 partidas y se llegó a la
última con Schlechter por delante con un punto de
ventaja. En caso de empate en el marcado final del
match, Lasker retendría su corona,
por lo que la partida se convirtió en una lucha
maratoniana que, con varios aplazamientos, se prolongó
durante 3 días. Schlechter tenía una pequeña ventaja,
aunque por caballerosidad renunció a especular en busca del
empate, resultado que le servía y que no parecía muy complicado de lograr, y jugó en busca
de la victoria. Tras arriesgar demasiado, perdió la
partida y la oportunidad de entrar en la historia como
nuevo campeón del mundo. Mucho se ha especulado sobre
esta última partida. Las condiciones del match no
estaban claras y hay quien afirma que Lasker había
exigido que Schlechter, para ser campeón del mundo,
tendría que ganar por más de un punto, de ahí que el
austriaco arriesgase tanto. Esta versión resulta poco creíble,
¿quién aceptaría semejantes condiciones? Veamos la
partida en cuestión: Lasker-Schlechter.
A pesar de su aspecto tranquilo, Schlechter podía
transformarse en el tablero. De hecho, si se echa un
vistazo a sus partidas se encontrarán varias joyas del
ajedrez de ataque en las que muestra que, cuando
quería, se convertía en una fiera agresiva. A
continuación podemos ver su espíritu agresivo en un
análisis que realizó de una de sus partidas del torneo
de Karlsbad, la partida no transcurrió así, aunque
Schlechter también obtuvo la victoria (en 45
movimientos):
Schlechter,
Carl - Perlis, Julius
Análisis
posterior a la partida, Karlsbad 1911
1.d4
d5 2.c4 c6 3.Cf3 Cf6 4.e3 Af5 5.Db3 Db6 6.cxd5
Dxb3 7.axb3 Axb1 8.dxc6 Ae4 9.Txa7 Txa7 10.c7 1–0
Después
de 7...Axb1
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Javier
Cordero Fernández
(8
Agosto 2013)
BIBLIOGRAFÍA
"Enciclopedia
de ajedrez" -
Harry Golombek
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