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Ante la opresión, valentía

Cuadro que muestra a David enfrentándose a Goliath. En el fondo de la llanura se ve a una multitud de personas observando el duelo

( Autor : Javier Cordero Fernández - © Ajedrez de ataque )

          Fritz Sämisch nació en Alemania y le tocó vivir los convulsos tiempos de la II Guerra Mundial. Pero a diferencia de la mayoría de alemanes, Fritz no silenció su voz ni siguió la corriente de las masas, mostrando desde un principio su total desprecio por lo que Adolf Hitler estaba haciendo. Fue una postura arriesgada que le traería muchos problemas... 

           Nunca ocultó su forma de pensar, aunque a veces pecase de temerario. En Praga, ciudad que estaba repleta de agentes de la Gestapo, comentó en voz alta durante una conversación con Ludek Pachman: "¿No cree que Hitler es idiota?". Por ello fue detenido y llevado a un campo de concentración. Por suerte, esto ocurrió cuando quedaba poco menos de un año de contienda y Sämisch consiguió sobrevivir hasta que fue liberado.

Fritz Sämisch

          Sämisch no sólo fue peculiar en su vida privada, también lo fue como jugador. Durante sus partidas, y fuera de ellas, fumaba un cigarro tras otro, vicio que mantuvo durante toda su carrera. Su estilo de juego era agresivo, pero una circunstancia mermaba enormemente su rendimiento: siempre se apuraba de tiempo. El reloj era su verdadero enemigo, incluso llegó a perder una partida por tiempo cuando sólo había hecho 20 movimientos (esto le ocurría a menudo, se veía obligado a realizar 20 movimientos en 2 ó 3 minutos)... puede que sea un record en la historia del ajedrez. En otra ocasión perdió 5 partidas en el mismo torneo por caída de bandera. Por este motivo fue apodado 'Sämisch el durmiente'.

           Sin embargo, sus famosas 'siestas' no deben empañar su gran talento para jugar al ajedrez. Fue un virtuoso jugando a la ciega y en partidas blitz... de hecho ganó dos torneos jugados en la modalidad blitz cuando tenía ¡¡61 años!!, edad en la que la pérdida de reflejos es inevitable. Sorprendentemente, cuando jugaba a la ciega lo hacía con gran rapidez, y su nivel de juego era tan alto que era capaz de jugar sin ver ante un maestro que lo hiciese viendo. Veamos un ejemplo de su maestría a la ciega jugando una de las variantes más arriesgadas del gambito de Rey (se entrega un caballo en la jugada 5) con gran solvencia:

Sämisch, Fritz - N. N.

Colonia 1947

1.e4 e5 2.f4 exf4 3.Cf3 g5 4.Ac4 g4 5.0–0 gxf3 6.Dxf3 Ah6 7.d3 Df6 8.e5 Dxe5 9.Cc3 Ce7 10.Ad2 0–0 11.Tae1 Df5 12.Txe7 Dc5+ 13.Rh1 Dxe7 14.Cd5 Dd6 15.Dg4+ Ag7 16.Ac3 Dh6 17.Ce7+ Rh8 18.Cf5 Dg6 19.Axg7+ Rg8 20.Ac3 h6 21.Dxg6++ 1–0

      

Después de 4...g4                    Después de 11...Df5

Javier Cordero Fernández

(4 Noviembre 2013)

 


BIBLIOGRAFÍA

"Enciclopedia de ajedrez" - Harry Golombek

"Ajedrez a la ciega" - Benito López Esnaola


 

 

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