Alexandre
Louis Honore Lebreton Deschapelles, ajedrecista de largo
nombre y reconocido talento, tuvo una vida agitada y
nada aburrida. Hijo de un mariscal francés, en
principio dedicó su vida a la carrera castrense, enrolándose
en el ejército de Napoleón como soldado de infantería.
Eran tiempos en los que Francia dominaba Europa y el
joven Deschapelles pudo conocer la dura vida del
soldado lejos de la patria.
La vida militar de Deschapelles fue convulsa y llena de
sucesos. Fue herido en varias ocasiones, llegando a ser
dado por muerto en la batalla de Maguncia, aunque
finalmente fue encontrado gravemente herido en el campo
de batalla y por ello salvó la vida. En la batalla de
Flerus, en la que Francia se enfrentó a Prusia, perdió
un brazo al recibir el sablazo de un soldado enemigo. Pero
las fatalidades no finalizaron ahí, tras el sitio de
Bailén fue hecho preso y estuvo encarcelado un tiempo,
hasta que consiguió huir. Las vidas heroicas que se
pueden ver en la ficción poco tienen que ver con la
realidad, las batallas de aquella época eran un caos
total, con muchos disparos silbando por el aire, confusión
y soldados que huían en desbandada. El libro
"Guerra y paz", de Tolstoi, habla con claridad
sobre las batallas de aquella época.
Tras licenciarse en el ejército, Deschapelles se dedicó
de forma profesional al ajedrez. No es mucho lo que se
conoce sobre sus logros en el tablero, sólo que la
mayoría tuvieron lugar en el mítico café de La Regencé.
Allí fue donde aprendió a jugar, enseñado por Bernard,
un jugador muy conocido en aquella época, y
transcurridos dos días ya consiguió derrotar a su
maestro. Se sabe que en el café solía dar ventaja a
sus rivales, demostrando una gran vanidad, casi siempre
un peón y un movimiento de ventaja. Su fama fue tan
grande que fue considerado el mejor jugador de Europa,
aunque no hay que tomar muy en serio esta aseveración
ya que los franceses eran muy dados a encumbrar a sus
ajedrecistas.
Su estilo de juego era eminentemente táctico. Nunca
estudió la teoría de aperturas de la época, ya que
consideraba que debía dejarlo todo en manos del
talento. Fue maestro de Labourdonnais, pero cuando se
vio superado por éste, algo que no tardó mucho en
ocurrir, se retiró del ajedrez para dedicarse al whist,
juego de cartas parecido al bridge en el que también
demostró un gran talento, ganando buenas sumas de
dinero (entre 30.000 y 40.000 francos anuales, una
cantidad muy alta para aquellos tiempos). Varios
jugadores del siglo XIX abandonaron el ajedrez para
dedicarse a este juego de cartas, tal vez atraídos por
el dinero fácil.
El final de su vida fue tan convulso como sus anteriores
vivencias, ya que fue acusado de urdir un plan para
atentar contra el rey (no olvidemos que los partidarios
de Napoleón nunca aceptaron el final de su emperador).
Fue encarcelado durante un mes, pero finalmente fue
puesto en libertad tras escribir al rey defendiendo su
inocencia y aduciendo que ya su no podía ser un peligro
por su edad avanzada y frágil salud. Deschapelles es un
personaje enigmático sobre el que no se conoce
demasiado, sobre todo de su paso por el tablero, del que
no quedaron muchos vestigios. Son pocas las partidas
suyas que quedaron registradas, por lo que resulta
complicado hacerse una idea real de su fuerza de juego y
nos debemos de fiar de las crónicas de la época, que
siempre le ensalzaron.
Javier
Cordero Fernández
(20
Septiembre 2012)
BIBLIOGRAFÍA
"Enciclopedia
de ajedrez" -
Harry Golombek
"Larousse
del ajedrez"
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