|
En la historia del ajedrez existen muchos personajes que
son casi anónimos, cuyas carreras pasaron
desapercibidas por distintos motivos, pero que al final
pueden ser recordados a través de sus partidas. Así
fue como supe de la existencia de Elmars Zemgalis,
gracias a una de sus partidas, a partir de ahí todo fue
investigar y buscar más partidas interesantes suyas, lo
cual no fue difícil ya que su estilo agresivo se ajusta
a la perfección a los contenidos de esta web. Sin más,
conozcamos un poco más a un jugador que nos dejó
partidas más que interesantes, aunque su nombre se quedó
en un triste olvido.
Elmars Zemgalis nació el 9 de Septiembre de 1923,
en Riga (Letonia), tierra de jugadores tácticos.
¿Qué ocurre con Riga y con los jugadores letones?, es
algo curioso, pero muchos jugadores procedentes de esta
ciudad compartían su amor por el juego arriesgado y las
complicaciones en el tablero. Alguien podrá pensar que
esto se pudo deber a la influencia de Mikhail Tahl y sus
triunfos, pero no, antes de Tahl existieron otros
jugadores letones de estilo agresivo, como el propio
Zemgalis, Alexander Koblenz o Vladimirs Petrov. Tras
Mikhail Tahl aparecieron otros jugadores brillantes,
como Janis Klovans, Alvis Vitolinsh, Viktor Laznicka,
Aivars Gipslis o Alexander Shabalov, todos ellos
talentosos, pero marcados por el mismo destino: un
rendimiento irregular y poco exitoso.
Vista
general de Riga (Letonia)
Nuestro protagonista se ajusta a este perfil de jugador,
en sus partidas se puede encontrar una tendencia a
complicar la posición, lo cual siempre resulta
arriesgado, pero entretenido para el público. Es el
dilema por el que atraviesa todo jugador de ajedrez,
jugar al ataque, buscar la victoria por confrontación
directa; esto entraña muchos aspectos, sobre todo
psicológicos. Cuando se ataca se corre el riesgo de
entrar en un final totalmente perdido, pero lanzando
ataques inesperados se puede buscar algo más que la
victoria por la vía rápida, como por ejemplo que el
rival se derrumbe ante la presión a la que es sometido
y no encuentre el camino correcto, no hay que olvidar
que defenderse no es sencillo, se requiere mucha precisión
y temple, ya que el jugador que tiene la iniciativa
suele marcar el ritmo de la partida. Hay que valorar
todos estos aspectos a la hora de elegir el estilo que más
se adecua a nuestro juego.
Pero volvamos a la vida de Elmars Zemgalis. Sus
comienzos en Riga fueron exitosos, en 1940 logró
alzarse con el Campeonato de la ciudad con sólo 17 años,
y cortos, ya que la II Guerra Mundial sacudió con
fuerza esa zona del Báltico. Esta Guerra cambiaría su
vida por completo, al igual que la de otros millones
de personas. La URSS aprovechó la confusión de la
guerra para anexionar los países que se encontraban
alrededor de sus fronteras. Así ocurrió con Letonia,
que entró a formar parte de la URSS en 1940. Letonia,
Estonia, Lituania, Ucrania, ninguno de estos países tenía
un ejército capaz de detener el poderoso avance de los
soviéticos, por lo que la mayoría aceptó con
resignación la invasión... pero no todos los
implicados aceptaron ser ciudadanos soviéticos, una
minoría decidió abandonar sus países y buscar una
patria nueva donde rehacer sus vidas. Este fue el caso
de Elmars Zemgalis, que en 1944, tras la segunda entrada
de las tropas soviéticas en Riga, decidió abandonar el
país, con los riesgos que ello conllevaba.
Zemgalis es uno más de muchos casos de personas
obligadas a abandonar sus hogares y buscar una nueva
patria, rehaciendo una vida que acaba de hacerse añicos.
Un drama que podemos ver demasiado a menudo en la
actualidad, drama que se acrecienta al comprobar la
inhumanidad de la mayoría de seres humanos, que
rechazan, sin ningún argumento que pueda resultar válido,
a las personas que proceden de más allá de sus
fronteras.
Lógicamente sólo había una dirección hacia la que
encaminar sus pasos: el oeste. En 1946 llegó a Alemania
(RFA) y allí decidió establecerse y continuar su
carrera en el tablero. De esta época datan la mayoría
de sus partidas, fue durante esos años cuando Zemgalis
tuvo una mayor actividad en el tablero y además lo hizo
con un éxito más que notable. Sus resultados fueron
sobresalientes, si bien varios de los torneos en los que
triunfó no fueron de primer nivel. Su mejor actuación
tuvo lugar en Oldebburg, en el año 1949, (ver
tabla), allí demostró
una gran fuerza, a la altura de los mejores maestros
europeos, al ganar el torneo por delante de jugadores
consagrados como Bogoljubow, Rossolimo, O'Kelly,
Rellstab o Enevoldsen. Esta gran actuación, de la que
no hace falta reseñar su dificultad, tuvo continuidad
en todos los torneos que Zemgalis disputó en tierras
alemanas, donde su peor resultado fue un 3er puesto. Podéis
ver su palmarés en: (Trayectoria
de Zemgalis).
Pero la vida no suele ser de color de rosa para casi
nadie y Elmars se dio cuenta de que era muy complicado
poder vivir del ajedrez, por lo que se vio obligado a
buscar otros horizontes a los que encaminar sus pasos.
En aquellos tiempos Estados Unidos era conocido como la
tierra de las oportunidades y ese fue el destino elegido
por Zemgalis, en concreto la ciudad de Seattle.
Ciudad
de Seattle en la actualidad (Estados Unidos)
Aprovechando sus estudios, Zemgalis comenzó a trabajar
de profesor de matemáticas en un colegio de Seattle. Su
nueva ocupación absorbía casi todo su tiempo, por lo
que el ajedrez pasó a un segundo plano en su vida.
Desde su llegado a Estados Unidos su participación en
torneos fue casi testimonial, salvo algún Open o el
Campeonato del estado. Elmars mantuvo contacto con otros
jugadores soviéticos exiliados en el país y llegó a
disputar algún match contra ellos, en los que siempre
salió victorioso.
Pero estas apariciones fueron cada vez más espaciadas,
para terminar abandonando por completo los tableros tras
el año 1966. Por contra, cada vez profundizó más en
el campo de las matemáticas y de la docencia, llegando
a escribir varios manuales sobre este tema. Los
derroteros de la vida hicieron que el ajedrez perdiese a
un jugador talentoso, algo por lo que la ciencia se
sintió agradecida.
En 1992, tras muchos años retirado, Zemgalis volvió al
tablero para medirse a las bestias de silicio. Por
aquella época las computadoras estaban en pleno
desarrollo, pero sucumbían con asiduidad ante los GM, y
esto le ocurrió a la computadora Psion, que fue
barrida del tablero por un exiliado letón por no saber
navegar en las turbulentas aguas del ajedrez táctico,
donde se ahogó irremediablemente: (Ver
partida).
Pero esta no sería su última aparición en el mundo
del ajedrez, volvería a repetir experiencia contra las
computadoras 9 años después. Las computadoras habían
evolucionado de forma imparable, en nada se parecían a
las máquinas pioneras diseñadas en la URSS y Estados
Unidos durante la guerra fría, ya no cometían tantos
errores al evaluar la posición y muchos GM habían
sucumbido ante su fuerza. De todas formas Zemgalis
consiguió repetir triunfo y lo hizo de forma brillante,
demostrando que los programas no jugaban correctamente
en posiciones complicadas. Pueden ver la partida a
continuación: (Ver
partida).
En 2003 recibió, a los 80 años de edad, el título de
GM honorífico. Su carrera fue demasiado corta para
lograr dicho título, pero sus resultados se ajustan al
rendimiento de un GM de alto nivel, por lo que la decisión
parece más que justa.
Hoy hemos conocido a un maestro casi desconocido, que
fue valiente y no aceptó lo que el destino le tenía
preparado, rebelándose y buscando una nueva vida, lo
que a su vez le alejó de los tableros... por fortuna
siempre nos quedarán sus partidas, legado imperecedero
de cualquier ajedrecista.
Como no puede ser de otra forma, llegamos al final con
unas partidas de ataque de otro jugador producto de la
inagotable factoría letona:
Javier
Cordero Fernández
(4
Diciembre 2010) |
