Maia
Chiburdanidze, la perla de Kutaisi
(
Autor : Javier Cordero Fernández -
© Ajedrez de
ataque )
Maia Chiburdanidze nació el 17 de Enero de 1961, en
Kutaisi (Georgia).
Jugadora dotada de un talento enorme para jugar al
ajedrez, algo demostrado desde su infancia. Con sólo 9
años, habiendo aprendido a jugar sólo un año antes,
movía las piezas con increíble precisión y su estilo
no se diferenciaba demasiado del de un maestro
experimentado. A esa edad tuvo su primer encuentro con
el que sería su futuro entrenador, Eduard Gufeld,
persona que iluminaría su camino en el ajedrez. Gufeld
conoció a Maia en un club de ajedrez de Georgia, allí
'Gufa' se quedó ensimismado viendo como una niña con
coletas jugaba una variante de la siciliana como si
ella misma la hubiese inventado.
Sus primeros entrenadores fueron J. Chikovani (campeón
de Georgia) y M. Ahiskov, ambos de Kutaisi. Maia
reconoce que su influencia fue muy positiva, ya que no
se limitaron a enseñarle teoría, sino que obligaron a
su pupila a pensar de un modo independiente, sin fijarse
en como jugaban otros GM. Pronto llegaron los buenos
resultados y a los 12 años ya ostentaba el título de
MI femenino, algo no conseguido por nadie hasta esa
fecha. En esa época viajó a Yugoslavia para la disputa
de un torneo, los organizadores creyeron que la federación
georgiana se había equivocado de jugador al comprobar
que enviaban a una niña de 12 años, pero Maia se
encargó de hacerles comprender los motivos de tal
decisión al vencer en un match a la campeona yugoslava
Vlasta Macek, por 4-0. Tras esto, los impresionados
periodistas yugoslavos la bautizaron como 'la pequeña
Fischer'. Tres años más tarde obtendría el título de
MI, lo que confirmaba a Maia como un prodigio de
precocidad.
Sin haber llegado siquiera a la adolescencia, ya
participaba en torneos importantes, como el Campeonato
de la URSS femenino, pero sin grandes logros, tal vez
debido a su falta de experiencia. Y es que el talento no
sirve de nada sin un duro trabajo detrás. Maia rebosaba
talento y creatividad, pero necesitaba que alguien
encauzase ese caudal por el camino adecuado. Por eso la
familia de Maia decidió buscar un entrenador y
recurrieron a un viejo conocido, el autor de la Mona
Lisa: Eduard Gufeld,
afamado preparador de jóvenes jugadores. Para
conseguirlo se citaron con él en una habitación y le
espetaron: "No vamos a salir de aquí hasta que sea
el entrenador de Maia". Ante semejantes argumentos,
¿quién puede negarse?.
Gufeld dio el si en la tercera ronda del Campeonato de
la URSS femenino del año 1976. Maia llevaba un cero en
su casillero, pero la noticia debió de agradarle porque
obtuvo la victoria en el resto de rondas. Chiburdanidze
encontró en Gufeld a un gran profesor, capaz de
enseñarle las sutilezas del ajedrez táctico y de
inculcarle disciplina y trabajo. Siempre es
importante contar con un preparador que estimule la
parte creativa del juego, eso ayuda al joven jugador a
progresar y mejorar, algo que ocurrió en el caso de
Maia. La joven georgiana era un diamante que había que
pulir con sumo cuidado para no estropearlo y Gufeld supo
hacerlo de forma brillante.
En 1977 Maia inició su asalto al título de campeona
del mundo que ostentaba Nona Gaprindashvili. Clasificada
para el ciclo de candidatos, se deshizo de Nana
Alexandria en cuartos de final. En semifinales le
esperaba Elena Akhmilovskaya, un duro escollo en su
camino. El pase a la final se dirimiría en un match de
12 partidas. Ambas aspirantes eran las más jóvenes (16
y 20 años respectivamente) de la historia en aspirar al
título máximo. Maia comenzó con fuerza, pero a mitad
del match cayó enferma y esto debilitó demasiado sus
energías, lo que permitió a su rival remontar hasta
ponerse por delante 5-4. Sólo quedaban 3 partidas para
llegar al final y en ese momento entró en juego la
experiencia y sabiduría de Eduard Gufeld. Maia siempre
jugaba 1.e4 con blancas, a lo que Akhmilovskaya siempre
respondía 1...e5 para terminar jugando la española,
apertura en la que Akhmilovskaya había preparado una
variante que siempre dejaba la posición igualada.
Gufeld decidió que su pupila debía comenzar con 1.c4,
en busca de una india de dama (cosa que no tenía por
qué ocurrir) para seguir una línea recién descubierta
por él mismo. El destino jugó a su favor y la partida
se disputó con esta apertura, obteniendo Maia el
triunfo que a la postre resultaría decisivo. En la
final se cruzó con Alla Kushnir, a la que también
consiguió derrotar, en esta ocasión por 7'5-6'5.
Maia acudió a su cita con la historia del ajedrez en el
verano de 1978. Su rival, un auténtico muro difícil de
franquear: Nona Garpindashvili, icono del ajedrez
femenino, compatriota de Maia y campeona del mundo desde
1962. Pero el match no transcurrió por los cauces que
se esperaba. Chiburdanidze venía precedida por una fama
de gran jugadora táctica, pero la que decidió correr
más riesgos fue su rival. Gaprindahsvili naufragó en
varias partidas con posiciones complicadas,
complicaciones generadas por ella misma, donde Maia
mostró un gran temple y cierta superioridad, hasta
apuntarse el triunfo final por 8'5-6'5. Nona trató de
sorprender a su joven rival arriesgando más de lo
habitual en ella, pero se encontró con una jugadora con
una rara madurez que supo controlar la situación en
todo momento. Maia Chiburdanidze se había convertido en
la campeona del mundo más joven de la historia. |
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A partir de ese momento, Maia decide participar sólo en
torneos mascu- linos, limitando sus apariciones en
competiciones femeninas al campeonato del mundo y las
olimpiadas. Con esta decisión se pretendía fomentar el
desarrollo del juego de la campeona del mundo, enfrentándola
a nuevos y más duros retos. Sus resultados fueron
dispares, si bien ganó varios torneos, alguno de ellos
de gran importancia, no es menos cierto que tuvo muchas
actuaciones discretas. Podéis consultar sus resultados
en: Palmarés
de Maia.
En esa época comenzó sus estudios de Medicina, por lo
que tuvo que compaginar su carrera en el ajedrez
profesional con la parte académica. Maia invertía 6
horas al día en sus estudios de medicina y sólo 2
horas y media en su preparación ajedrecística. Puede
ser que esto mermase su potencial y su futura progresión,
pero cada ser humano escoge su camino y Maia decidió
que en él estarían incluidos más aspectos que el
ajedrez. |
A pesar de estos pequeños contratiempos, Maia consiguió
retener su corona de reina del ajedrez durante 4
encuentros a lo largo de 13 años, en los que derrotó a
4 rivales diferentes: Nana Alexandria, Irina Levitina,
Elena Akhmilovskaya y Nana Ioseliani. Podéis consultar
el transcurso de estos matches en: Campeonato
del mundo femenino.
Pero toda historia que se precie tiene un principio y un
final, y el fin del reinado de Maia llegó en 1991. La
encargada de terminar con la hegemonía de las mujeres
de Tbilisi fue la china Xie Jun. Al principio del
encuentro Maia tomo una pequeña ventaja, pero terminó
sucumbiendo ante el empuje de la principal representante
de la nueva potencia del ajedrez femenino. El gigante
chino extendería y consolidaría su dominio en el siglo
XXI, como consecuencia de un gran trabajo de base. Esto
se está tratando de trasladar al ajedrez masculino, por
lo que no nos debe extrañar la aparición de varios GM
chinos en la élite del ajedrez en los próximos años.
Las jugadoras georgianas habían dominado el mundo del
ajedrez durante casi 30 años, no sólo a través de sus
dos máximos exponentes (Gaprindashvili y Chiburdanidze),
sino gracias a un gran número de excepcionales
ajedrecistas, como Alexandria, Ioseliani y Gurieli, y más
recientemente Dganidze, Kurthsidze (ambas campeonas del
mundo junior) o Arakhamia. La explicación de tal
proliferación de ajedrecistas de nivel procedentes de
este país, aparte del impulso que recibió el ajedrez
en todas las repúblicas soviéticas, puede tener su
origen en la dote nupcial que recibían las mujeres de
este país, que entre otras cosas llevaba incluido un
juego de ajedrez.
Sus posteriores asaltos al título de campeona del mundo
no tendrían un final feliz, aunque varias veces se quedó
muy cerca de conseguirlo, sobre todo con la introducción
del nuevo formato de campeonato a través de
eliminatorias, donde ha conseguido llegar dos veces a
semifinales (2001 y 2004). Hoy en día sigue compitiendo
y mantiene su reputación de gran jugadora.
Maia
junto a su maestro Gufeld y al legendario Mikhail Tahl
Ahora que estamos llegando al final de este artículo
creo que es necesario hablar del estilo de Maia. Sin
duda la palabra que mejor la define es: talento.
Jugadora creativa y amante de las complicaciones en el
tablero, nos ha dejado decenas de bellas partidas. Viéndola
jugar no nos puede sorprender su forma de explicar lo
que para ella es el ajedrez: "el ajedrez es
principalmente un arte. Lo que más me interesa es la
faceta creativa". Hay que decir que Maia se
considera una jugadora de estilo universal, capaz de
dominar cualquier forma de juego, aunque si se repasan
sus partidas se puede comprobar que tiene un marcado
instinto de ataque.
La vida de Maia no se ha limitado exclusivamente al
ajedrez, es una mujer culta e inteligente, cuya gran
pasión es la lectura. Ha estudiado en profundidad el
georgiano antiguo, con la idea de traducir antiguos
textos de la biblioteca de Tbiliisi, y el griego. Además
habla correctamente el ruso, el inglés y el alemán.
Aparte de su ya mencionada carrera en la medicina, también
ha sido elegida como miembro del Parlamento de Georgia,
su país de origen, donde Chiburdanidze es una verdadera
institución.
Las estadísticas de Maia, aunque algo difíciles de
cuantificar por sus participaciones en torneos
femeninos, son: 451 victorias, 644 tablas y 212
derrotas; con un promedio de 59'1 % (el promedio se saca
de sumar victorias y tablas, y dividirlo por las
partidas totales).
Dejamos caer el telón, pero no sin antes disfrutar de 5
partidas de la perla del ajedrez femenino:
Javier
Cordero Fernández
(17
Marzo 2009) |
Chiburdanidze
- Voronova, Tbilisi 1979
Thomas
- Chiburdanidze, Londres 1985
Nun
- Chiburdanidze, Sochi 1989
Chiburdanidze
- Sharif, Lippstadt 1995
Chiburdanidze
- Peng, Moscú 2001
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BIBLIOGRAFÍA
"Mi
mona lisa en ajedrez" -
Eduard Gufeld
"Larousse
del ajedrez"
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