Larry
Mark Christiansen nació el 27 de Junio de 1956, en
Riverside (Estados Unidos).
Aprendió a jugar al ajedrez a los 8 años, mientras
observaba como jugaban unos niños mayores que él en un
club de ajedrez. Al principio no captó totalmente el
movimiento de las piezas, como nadie le enseñó esos
misteriosos movimientos se dejó guiar por lo que veía,
esto le llevó a pensar que las torres solo se movían por
los laterales del tablero.
Progresó con increíble rapidez, demostrando una gran
facilidad para la comprensión de los secretos del juego.
En vista de esto rápidamente fue invitado al club de
ajedrez de su ciudad.
El primer libro de ajedrez que llegó a sus manos fue
"1001 sacrificios y combinaciones brillantes" de
Alfred Reinfeld, este libro le marcó profundamente y le
inculcó el virus del ajedrez de ataque (del que no ha
logrado curarse nunca). Siempre se ha confesado admirador
del juego de Tahl (quien no), Larsen y Spassky; toda una
declaración de intenciones.
Rápidamente llegaron los triunfos, logró ser campeón de
los Estados Unidos de secundaria y durante su época
escolar dio a conocer su nombre por todo el país. En 1973
se desplazó a Teeside para disputar el Campeonato del
Mundo juvenil, allí confirmó los buenos augurios sobre
su persona obteniendo el tercer lugar por detrás de
Alexander Beljavsky y Anthony Miles.
En 1975 volvió a intentar el asalto al titulo mundial
juvenil, esta vez logró ser 2º a sólo medio punto del
vencedor final: Valery Chekhov. Tras estas dos buenas
actuaciones, en campeonatos tan importantes, Christiansen
se convirtió en una de las grandes promesas mundiales.
Durante su juventud sus participaciones en torneos fueron
tan sobresalientes que pasó directamente de maestro
nacional a GM, sin ser primero MI, logrando normas de GM
con enorme facilidad. Muy pocos ajedrecistas han
conseguido esta gesta a lo largo de toda la historia.
Con un futuro tan prometedor su fama se desbordó dentro
de su país (hay que recordar que en aquellos tiempo el
ajedrez estaba en boga por los recientes éxitos de Bobby
Fischer) y esto le permitió recorrer los Estados Unidos
dando sesiones de simultaneas, muchas de ellas fueron a la
ciega. Christiansen reconoció que las partidas a la ciega
le ayudaron a progresar, comparando la dificultad
consideraba que las partidas normales eran un juego de niños.
La parte negativa es que las partidas a la ciega exigen un
esfuerzo brutal y son muchas las voces que se oponen a
este tipo de juego por considerarlo negativo para el
jugador.
En 1979 logró vencer en casi todos los torneos en que
participó, incluido el torneo de Linares. Hay que decir
que en esa edición el torneo no era tan fuerte como los
que vendrían más adelante, pero tuvo como rival a Viktor
Korchnoi lo que da mérito a su triunfo.
En 1980 disputó sus primeras Olimpiadas con los Estados
Unidos, fue en La Valetta. Jugó en el tercer tablero
consiguiendo 7 puntos en 11 partidas. Durante el resto de
su carrera ha seguido disputando esta competición con
asiduidad, con un total de 9 participaciones.
En 1981 tuvo su actuación más sobresaliente en un torneo
y fue de nuevo en Linares. Esa edición marcaría una
nueva era para este torneo, fue la primera en que se invitó
a las grandes estrellas del tablero y a partir de ese año
sería considerado el mejor torneo del mundo. Christiansen
estuvo a punto de lograr la victoria, sólo el desempate
con Karpov le privó de quedar primero. Por detrás
quedaron ilustres jugadores como Larsen, Spassky, Portisch
y Ljubojevic. Karpov y Christiansen acabaron con 8/11. Podéis
ver la tabla del torneo en: Linares
1981.
Pero estos brillantes comienzos no se confirmaron en los años
posteriores. Christiansen siguió cosechando algunos
triunfos en diferentes torneos, pero cuando llegó el
momento de competir con los mejores no dio el nivel que de
él se esperaba. Pasó a un discreto segundo plano y no
confirmó las excelentes sensaciones que transmitía en su
juventud.
Ha seguido jugando durante estas dos últimas décadas,
llegando a hacerlo en competiciones fuertes como la
Bundesliga alemana, pero sin conseguir que su nombre
apareciese en los titulares. Ha logrado ser un jugador
apreciado por los organizadores de torneos por su
constante afán de lucha, pero siempre le ha faltado ese
último esfuerzo para estar peleando con los más grandes.
Podéis ver sus mejores resultados en: (Palmarés).
Tal vez el rasgo más destacable de este jugador sea su
amor por el ajedrez romántico, sus partidas nunca suelen
aburrir y están salpicadas de bellas combinaciones. Ante
cualquier posibilidad de atacar, no lo duda y se lanza a
sacrificar piezas sin el más mínimo temor. En su
entretenido libro "El asalto a las barricadas"
hizo una selección de las mejores partidas de la década
de los 90, no tienen desperdicio (Lista
años 90).
Un ejemplo del talento combinativo de Christiansen se
puede apreciar en esta partida a 1 min. jugada en Internet
(ICC), en 1999, contra un GM sudamericano. Realizar todos
esos sacrificios en una partida de 60 segundos tiene un mérito
increíble, aunque me inclino a que esta era una combinación
conocida por Christiansen:
Christiansen
- GM
ICC
1999
Ver
diagrama en texto
1.Cd5
exd5 2.Txh7 Rxh7 3.Dh6+ 1-0
(3...Rxh6
4.Th1+ Ah4 5.Txh4++)
Para poner fin a este artículo, y como en los 44
anteriores, unas partidas de ataque para que podáis
disfrutar y pasar un rato entretenido:
Javier
Cordero Fernández
(14
Agosto 2007) |