Bent Larsen nació el 4 de Marzo de 1935, en Tilsted
(Dinamarca). Falleció el 9 de Septiembre de 2010, en
Buenos Aires (Argentina).
Larsen aprendió a jugar al
ajedrez a los 6 años, enseñado por un amigo de la
escuela y más tarde por su padre. En aquella época era
un niño enfermizo y quiso aprender a jugar al ajedrez
para tener algo con que distraerse.... las primeras
victorias que logró le entusiasmaron y la pasión por
este juego se instaló definitivamente en su cuerpo. Su juego progresó
lentamente, algo típico en los jóvenes jugadores
daneses, y no destacó demasiado hasta llegar a la
adolescencia.
A los 12 años llegó a
sus manos un libro que trataba sobre el Gambito de Rey,
este hecho marcaría su estilo de juego y su tendencia a
usar aperturas de la época romántica que estaban
totalmente en desuso. A esa edad comenzó a frecuentar un
club de ajedrez de su ciudad y su nivel de juego se vio
beneficiado por el contacto con jugadores más
experimentados que él.
Con sólo 14 años ya
era considerado el mejor jugador de su ciudad natal, sus
conciudadanos empezaban a intuir que se estaba fraguando
una futura estrella del ajedrez. El ambiente ajedrecístico
de Tilsted ya no podía aportar nada nuevo a Larsen, por
lo que decidió trasladarse a Copenhague, ciudad donde
podría seguir con su progresión y donde podría
continuar sus estudios. Durante esa época, debido a la
atención que prestaba a su educación, sólo disputaba
torneos juveniles, eso si, con resultados sobresalientes.
Más tarde abandonaría sus estudios para dedicarse
exclusivamente al ajedrez.
Con 19 años nadie
ponía en duda que Larsen era el mejor jugador de Dinamarca,
por lo que jugaba en el
primer tablero de la selección nacional en las
competiciones internacionales. A esa misma edad obtuvo el
título de Maestro Internacional, merced a su buena
actuación en las Olimpiadas de Amsterdam, donde logró 13'5 puntos en 19 partidas. Esta gran actuación no sólo
le sirvió para obtener el título de MI sino que le abrió
las puertas de los torneos internacionales, los
organizadores de todo el mundo querían contar con la
nueva figura del ajedrez en sus torneos.
Su explosión
definitiva se produjo en el año 1956. Tras ganar en
varios torneos menores, Larsen encaminó sus pasos hacia
Moscú para representar a su país en las Olimpiadas. Con
sólo 21 años logró ser el mejor primer tablero de la
competición (8'5 ptos en 11 partidas), por delante del
todopoderoso campeón del mundo Mikhail Botvinnik. A la
vista de este espectacular resultado la FIDE decidió
concederle el título de Gran Maestro.
Los aficionados daneses
esperaban con gran expectación la llegada de los torneos
zonales e interzonales, tenían la esperanza de que su
joven promesa pudiese clasificarse para el Torneo de
Candidatos e incluso que llegase a luchar por el título
mundial. Pero Larsen se topó con la burocracia, unos
problemas con la Federación danesa de ajedrez hicieron
que ésta le prohibiese jugar los torneos zonales. La
decepción de Bent fue enorme y tuvo que esperar hasta
1958 para poder participar en un Interzonal, esto ocurrió
en Portoroz y Larsen pagó cara su juventud sucumbiendo
ante una dura competencia (Tahl, Gligoric, Petrosian,
Fischer, Bronstein), para finalizar en 16º lugar muy
lejos de la cabeza. Al final logró estar en el Torneo de
Candidatos de 1959... como ayudante de Bobby Fischer.
Las victorias en
torneos empezaron a llegar (Beverwijk 1960 y 1961, IBM
1961) y cuando no conseguía finalizar
en primer lugar solía rondar los puestos
de honor (esto es algo que haría durante toda su carrera,
es raro encontrar un torneo donde Larsen no estuviese
entre los 5 primeros clasificados).
Larsen empezaba a ser
conocido por sus triunfos, pero también por su estilo
tremendamente original. Enamorado de la época romántica,
se preocupó de resucitar aperturas en desuso como el
Gambito de Rey, la apertura vienesa y la apertura del
alfil. Su juego era agresivo, con una idea fija en su
cabeza: la victoria, para lograrla hacía gala de una fina
técnica y de una gran comprensión de la posición.
Remataba muchas de sus partidas con bonitos sacrificios de
pieza, tal y como hacía Aaron Nimzowitsch, compatriota de
Larsen que fue el espejo en el que se miró para
desarrollar su estilo. De Nimzowitsch le vino el gusto por
aperturas que comenzasen con 1.g3 y 1.b3, muy utilizadas
en la época del hipermodernismo.
Por usar este tipo de
aperturas, Larsen fue apodado "El romántico sin
esperanza", él siempre prefirió esta forma de
jugar, asumiendo muchos riesgos, que sumergirse en el
sopor del juego posicional.
Pero volvamos a su
extensa carrera. En 1964 volvió a probar suerte en un
Interzonal, esta vez en Amsterdam. El juego de Larsen había
progresado mucho y era considerado uno de los grandes
favoritos. El danés no decepcionó a sus seguidores y
logró el primer puesto compartido con Smyslov, Spassky y
Tahl. Este gran resultado le daba plaza para el Torneo de
Candidatos que se disputaría al año siguiente con el
sistema de eliminatorias entre los 8 jugadores
clasificados. Dicho torneo de candidatos supuso un muro
infranqueable para Larsen, en cuartos de final se deshizo
con facilidad de Borislav Ivkov, pero en semifinales se
topó con Mikhail Tahl que consiguió derrotarle por un
apretado 5'5-4'5.
Larsen había
conseguido ganarse el respeto del mundo del ajedrez y lo
cimentó aun más con varias victorias en torneos de alto
nivel durante los años siguientes (a destacar dos
espectaculares victorias en el torneo de Palma
de Mallorca, ante una dura competencia: Año
1967 y Año
1969).
Tal vez su mejor
año fue 1967, venció en 4 torneos y su peor puesto fue 3º-4º
en el torneo de Montecarlo. Además, ese mismo año se
desplazó a Sousse para disputar de nuevo un Interzonal,
Larsen había optado por prepararse jugando muchos torneos
y la estrategia parece que funcionó ya que ocupó el
primer puesto en solitario por delante de un gran elenco
de figuras. Podéis ver la tabla del torneo en el
siguiente enlace: (Sousse
1967).
Esta gran actuación
(el segundo fue Korchnoi, pero a 1'5 puntos de Larsen) le
convirtió en el gran favorito para el Torneo de
Candidatos que se jugaría al año siguiente. El formato
volvía a repetirse: eliminato rias entre 8 jugadores. En
cuartos de final confirmó su buen juego al eliminar a
Lajos Portisch, pero volvió a caer en semifinales, esta
vez ante Boris Spassky que por aquel entonces estaba en el
mejor momento de su carrera y que a la postre sería el
vencedor del torneo y más tarde nuevo campeón del mundo
al derrotar a Petrosian.
Aun así, Larsen seguía
teniendo una gran reputación y prueba de ello es que jugó
el match URSS-Resto del Mundo del año 1970 y lo hizo en
el primer tablero (el segundo tablero era Bobby Fischer).
En 1970 regresó a la
dura lucha por el Campeonato del Mundo, en el Interzonal
de Palma de Mallorca vuelvió a brillar quedando 2º-4º, sólo
superado por un memorable Bobby Fischer. En 1971 jugó su
tercer Torneo de Candidatos, volviendo a superar los
cuartos de final al derrotar a Wolfgang Uhlmann, pero
de nuevo fue derrotado en semifinales, en esta ocasión ante el que luego
se proclamaría campeón
del mundo: Bobby Fischer. Esta derrota resultó muy dolorosa
ya que Fischer ganó las 6 partidas que se disputaron en
el match, la moral de Larsen quedó seriamente dañada y
en los torneos que disputó durante ese año no logró
ningún buen resultado.
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