Alexander Kazimirovich Tolush nació el 1 de Mayo de
1910, en Leningrado (Rusia), falleció el 3 de Marzo de
1969, en su ciudad natal.
Probablemente Tolush es el jugador más desconocido de
esta sección de jugadores de ataque, pero ocupa uno de
los primeros lugares en cuanto a la creación de
partidas espectaculares. El motivo es sencillo, muchos
jugadores soviéticos de aquella época no tuvieron
demasiada repercusión en occidente al no competir en
torneos internacionales, eran conocidos dentro de la
URSS, pero sus nombres se perdieron entre libros en cirílico.
Sus primeros pasos en el ajedrez se produjeron en su
ciudad natal, logró ser campeón de Leningrado en los años
1937, 1938, 1946 y 1947. Ya en 1935 sorprendió a todos
ganando al ex-campeón del mundo José Raúl Capablanca
en unas simultaneas, en una entretenida partida táctica.
Muy a menudo este tipo de sesiones suponían una pequeña
trampa para el maestro, ya que como rivales se escogía
a jugadores jóvenes muy prometedores, que en ocasiones
tenían un nivel de maestro o 1ª categoría (antesala
del título de maestro).
Su primera aparición a nivel nacional ocurrió en el año
1938 con su participación en las semifinales del
Campeonato de la URSS, donde tuvo una buena actuación
quedando en 8º lugar. Este puesto le dio billete para
su primer Campeonato de la URSS, torneo fortísimo donde
no estuvo muy afortunado acabando en 15º lugar, con 6'5
ptos de 17. A partir de aquí sería un asiduo del
Campeonato de la URSS, sin duda el torneo más fuerte
que ha existido en la historia del ajedrez.
Su nombre empezó a ser conocido, pero no por sus
resultados. Las partidas de Tolush eran seguidas por
aficionados y rivales, ya que estaban imbuidas de una
energía atacante incontenible. Tolush entendía el
ajedrez como una confrontación cara a cara, en ningún
momento especulaba, mostrando un fino olfato para
detectar el momento exacto en que combinar y destrozar
la posición. Sin embargo, sus resultados no eran
buenos. Tolush desperdiciaba una gran cantidad de
posiciones donde tenía ventaja al no saber rematarlas,
carecía de esa dichosa palabra poco clara y tan usada
por los profesionales: técnica. Tolush ansiaba lograr
buenos resultados lo mismo que ansiaba jugar bellas
partidas, por lo que empezó a entrenar su ajedrez
posicional, mejorando en varios apartados en los que era
un jugador débil.
Y el trabajo dio sus frutos, Tolush empezó a frecuentar
los puestos altos de las clasificaciones, hasta tal
punto que pudo entrar en la historia al tener opciones
de vencer en el Campeonato soviético. Sin embargo,
Tolush se quedó a las puertas de la gloria y lo hizo en
dos ocasiones. La primera de ellas tuvo lugar en 1950,
allí finalizó a solo medio punto del primer puesto,
que finalmente recayó en Paul Keres. En 1952 finalizó
4º, tras una gran actuación en las semifinales. Pero
cuando estuvo más cerca de lograr el entorchado de su
país fue en 1957, en esa edición llegó situado en lo
más alto de la tabla a la última ronda, pero en esa última
partida se tenía que enfrentar a Mikhail Tahl, que tenía
su misma puntuación. Tras una india
de rey trepidante, Tahl se impuso y
Tolush se tuvo que conformar con el 4º-5º puesto.
Tolush se había vuelto un ajedrecista más completo, lo
que se vio reflejado en una mejora general. Sin embargo,
mantenía su estilo aguerrido y siempre trataba de
complicar sus partidas, aunque ahora tenía las bases
para poder combatir en luchas posicionales o en finales.
Tolush logró
el título de MI en 1950 y el título de GM en 1953. Su
mejor actuación en un torneo internacional tuvo lugar
en Bucarest, en el año 1953; sin duda una gran
victoria, la mejor de su carrera, en la que demostraba,
una vez más, que podía competir al más alto nivel ya
que superó en la tabla a varios jugadores ilustres como
Petrosian, Smyslov y Spassky. Podéis ver la tabla de
resultados en el siguiente enlace: (Bucarest
1953).
A finales de los años 50 sus resultados empezaron a
decaer y lo hicieron sin una explicación lógica...
aunque si se bucea en los libros soviéticos se
encuentra una explicación: Tolush era aficionado a la
bebida, problema que fue en aumento a lo largo de su
carrera y que en esa época se acrecentó y afectó
seriamente a su rendimiento en el tablero. En alguna crónica
se especula con que incluso jugó muchas de sus partidas
borracho y que el mismo Tolush decía que jugaba mejor
con unas copas en el cuerpo, ya que se encontraba 'más
suelto'... pongamos esto último en cuarentena, ya que
no se puede confirmar. Aun así, logró
la victoria en otro torneo internacional: Varsovia 1961,
pero ante rivales poco fuertes. No debieron ser años fáciles
para Tolush, frecuentando la parte baja de las
clasificaciones y viendo como se vetaba su participación
en torneos importantes. En 1965 dejó de competir. A sus
espaldas quedaron 30 años de ajedrez, con algunas
actuaciones deslumbrantes en la URRS y el anonimato de
cara a occidente. Podéis consultar su trayectoria en: Palmarés
de Tolush.
Pero
el motivo principal por el que Tolush es recordado en la
actualidad es porque fue entrenador de Boris Spassky
durante varios años, hasta que éste logró ser campeón
del mundo. Spassky tuvo como primer entrenador a
Vladimir Zak, que le enseñó todo los secretos del
juego posicional. Sin embargo, Spassky necesitaba dar un
giro radical a su forma de jugar, que se había vuelto
demasiado rígida, y por ello recurrió a Tolush, que le
inculcó su espíritu y energía táctica, hasta
llevarle a las verdes praderas de los jugadores de
ataque. Durante esta época Spassky desplegó su mejor
juego y obtuvo sus mejores resultados. En 1965, poco
antes de luchar por el título mundial, Spassky decidió
cambiar de entrenador con la idea de mejorar su
preparación teórica, algo básico para luchar por la
corona mundial. Para este propósito eligió a Igor
Bondarevsky.
Boleslavsky,
Smyslov, Petrosian, Tolush
y un adolescente llamado Spassky
Tolush fue muy importante para Spassky. Al principio el
joven Boris se mostraba tímido en su juego, incapaz de
aplicar en las partidas lo que Tolush le enseñaba en
los entrenamientos. Por este motivo, Tolush le insistía
en que sacrificase alguna pieza, sin miedo al resultado,
con la intención de que se viese en posiciones
complicadas y se acostumbrase al cálculo de variantes.
La siguiente anécdota prueba la perseverancia del
maestro: en un torneo coincidieron maestro y pupilo, y
cuando les llegó el turno de enfrentarse, Tolush amenazó
a Spassky con no darle la mano si no sacrificaba una
pieza durante la partida... por supuesto, Spassky le
hizo caso.
Tras su triunfo ante Petrosian, por el que Spassky se
proclamó campeón del mundo, varios expertos quisieron
reconocer la labor de Tolush, ensalzando unas enseñanzas
que habían servido para destapar el lado artístico y
todo el talento de Spassky. Sirvan las palabras de
Viktor Korchnoi como prueba: "Spassky tuvo
suerte de tener como entrenador a Tolush en su juventud,
si yo hubiese tenido tal entrenador hubiese progresado más
rápidamente". Es una lástima que Tolush no
pudiese llegar a ver como su pupilo se proclamaba campeón
del mundo, ya que falleció dos meses antes de que
Spassky se coronase en Moscú.
Así fue la vida de Tolush. Su carrera podría haber
sido más relevante, pero en los momentos cumbre le faltó
algo de suerte. Sus problemas con el alcohol hicieron
que se precipitase por el abismo a toda velocidad y
perdiera todas sus opciones. Aunque
siempre podremos recordar su intrépida forma de jugar
al ajedrez, con sólo una idea: atacar, sin importar el
riesgo que hubiese que correr, ni las piezas que hubiese
que sacrificar. Amante de las posiciones complicadas, su
apertura preferida era el Gambito de Rey (muy utilizado
en la época romántica), que también pasaría a ser
jugada por Spassky en alguna ocasión. Sus rivales sabían
cuando se iba a desencadenar un ataque de Tolush, ya que
en el momento de realizar la jugada clave, habitualmente
un sacrificio de pieza, decía con voz atronadora:
"¡avanti Kasymirich!" (Kasymirich era el
nombre de su padre) y al oír estas palabras más de un
gran maestro se echaba a temblar ante lo que se le venía
encima.
Como la mayoría de jugadores de la época, Tolush no
fue profesional, sino que tuvo otro empleo fuera de los
tableros: el de periodista. Su faceta periodística
también la aplicó en el ajedrez, escribiendo columnas
en medios especializados. También destacó
como analista de partidas, con comentarios muy
apreciados entre sus colegas.
Sus
estadísticas en partidas oficiales son: 83 victorias,
63 derrotas, 93 tablas; promedio 47'9% (el promedio se
saca de sumar victorias y tablas, y dividirlo por las
partidas totales).
Para
poner fin a este artículo disfrutemos de unas partidas
de Tolush, si prestáis atención, en cierto momento de
las mismas podréis escuchar un atronador ¡avanti
Kazimirovich!:
Javier
Cordero Fernández
(22
Enero 2006) |