Buscando
refugio en Suecia. El ocaso de una vida
(
Autor : Javier Cordero Fernández -
© Ajedrez
de ataque )
Para Rudolf Spielmann la II Guerra Mundial supuso
el fin de la vida tal como la conocía. Antes del comienzo de la
contienda fue expulsado
de Viena por el origen judío de su familia. Realmente tuvo suerte, su
hermano, un talentoso músico, murió
en un campo de
concentración, mientras su hermana, señalada como judía, fue
obligada a trabajar como doncella para una familia
holandesa. Spielmann
pudo salvar su vida y decidió refugiarse en Praga, aunque
rápidamente se desplazó a Holanda donde había recibido
una oferta para dar varias sesiones de simultáneas en
distintas ciudades de este país. Finalmente decidió continuar viaje
hasta Suecia, país que había visitado en otras ocasiones
y del que guardaba grandes recuerdos. Allí se quedaría
hasta el final de sus días.
Las personas coleccionamos
recuerdos, vivimos de ellos, casi nos alimentamos de
ellos, siempre mirando con nostalgia lo vivido tiempo
atrás. Los
judíos fueron desposeídos de todos sus bienes, sus
casas, sus pertenencias más personales, fueron desposeídos,
en definitiva, de sus vidas, borrando todos los recuerdos
que de ella pudiesen quedar. Spielmann fue obligado a dejar toda su vida atrás. Su amplia biblioteca,
de la cual sólo pudo sacar dos diplomas que le concedieron los
clubes de Viena y Munich, los cuales colgaban de una pared
en la pequeña
y oscura habitación en la que vivía en Estocolmo, se
perdió por completo. Los
libros de ajedrez que había escrito se siguieron
vendiendo por toda Europa, pero no con su nombre impreso en
la portada. Era como si estuviesen intentando borrar su
vida y su pasado.
Las
guerras se reproducen, se repiten en el tiempo. El ser
humano no aprende de sus errores, de su desmedida
ambición y su desmedida capacidad para crear devastación y miseria... y es el
propio ser humano el que termina saliendo perjudicado
dejando un rastro de vidas desechas tras las contiendas.
Spielmann logró escapar del horror, pero el horror le
marcó profundamente y le acompañó durante sus últimos
años en la fría Suecia, país donde curiosamente recibió
constantemente el calor de los aficionados al ajedrez, que
supieron valorar su carrera y su magia en el tablero.
En
Suecia siempre se aprovechaba al máximo la estancia de
figuras extranjeras, por lo que Spielmann comenzó una
actividad frenética en el tablero... era su única forma
de poder subsistir, ya que no tenía dinero ni bienes, ni
sabía hacer otra cosa que jugar al ajedrez. De este modo,
a su llegada ya se sentó ante el tablero para jugar un
torneo que le enfrentó a los mejores jugadores suecos, el
cual fue ganado por Gideon Stahlberg: Ver
tabla.
Torneo
de Estocolmo 1939: Lundin vs Danielsson. Observan
Stahlberg, Bergqvist, Spielmann y Stoltz
Con
el comienzo de la guerra, Salomon Flohr tomó la misma
decisión que Spielmann, buscando refugio en Suecia para
huir de la contienda. Flohr estuvo pocas semanas en el
país, ya que decidió encaminar sus pasos hacia la URSS,
país en el que se quedaría durante el resto de su vida...
no era mal sitio para un ajedrecista.
Ambos jugaron y ganaron el torneo
de Göteborg, y comenzaron a dar sesiones
de simultáneas. Spielmann no esperó demasiado y dio 4 sesiones
en Göteborg en diferentes clubes: en
Nässjö +14 =2 -1, en Tranäs +18=6-3, en
Lidköping +15 =16 -4 y en Katrineholm +27 =8 -3. Los
números totales de la gira fueron: 311 partidas, con unos
resultaos de +206 =58 -47 (con un porcentaje del 75.6%). Estas cifras palidecen ante
la descomunal gira realizada por Flohr, cuya actividad fue
increíble: 32 sesiones en las que jugó 1.015 partidas,
con unos resultados sobresalientes: +835 =132 -48 (con un
porcentaje del 89%): ver
datos de la gira de Flohr (para entender
esta hoja de resultados en sueco, v: victoria, r:
tablas y f: derrota).
Spielmann aceptaba cualquier proposición que le
realizasen. De este modo comenzó a
colaborar en la revista sueca Tidskrift for Schak con
numerosos artículos y partidas comentadas (propias o de maestros
suecos). Era habitual que distintas ciudades
contactasen con él para que diese una sesión de
simultáneas, y en muchas ocasiones se aprovechaba para
organizar un
pequeño torneo que le enfrentaba a una selección de
jugadores locales. Eso fue lo que ocurrió en
Noviembre de 1939 en Lund (Ver
torneo) y en Malmö (Ver
torneo). El invierno de
1939 estaba a punto de
comenzar y Spielmann se tomó un respiro. Refugiado en su
habitación de Estocolmo se dedicó a escribir en espera
de la llegada de la primavera y de la llegada de nuevas
ofertas con las que volver a competir.
Cuando la nieve y el hielo comenzaron a derretirse,
Spielmann volvió a ponerse en marcha dando comienzo a una
larga gira que le llevó a varias localidades suecas. A
continuación pueden ver los resultados de la gira de
Spielmann, la cual comenzó el 28 de Marzo y finalizó el
9 de Abril, y donde las sesiones jugadas en Lindköping (la segunda
de ellas) y Halsingborg fueron disputadas con reloj:
Ciudad |
Resultados |
Ciudad |
Resultados
|
Dals-Länged |
+17
=2 -4 |
Lund |
+10 =6 -2
|
Amal
|
+13
=3 -6 |
Sölvesborg |
+19 =5 -3 |
Lindköping |
+20
=1 -1 |
Kalmar |
+19
=8 -4 |
Lindkoping |
+25
=7 -8 |
Norrköping |
+16
=12 -4 |
Lindköping |
+8
=1 -4 |
Valdemarsvik |
+13
=4 -1 |
Hälsingborg |
+5
=1 -4 |
|
|
TOTAL:
256 partidas, +165 =50 -41 (porcentaje 74.2%)
Durante su visita a Lindkoping, del 31 de Marzo al 1 de
Abril, también dio una conferencia sobre el Gambito de rey...
difícilmente podía haber un ponente más adecuado para
ese tema. También visitó Järpas
de forma improvisada, donde volvió a dar
una exhibición de partidas simultáneas: +24 =7 -4. Tras
la gira se desplazó hasta Vasteras, donde participó en un pequeño
torneo que ganó con
facilidad: Vasteras
1940.
Conferencia
de Spielman sobre el Gambito de Rey - Lindkoping 1940
El siguiente reto que le propusieron fue la disputa de un
match que le enfrentaría a Stig Lundholm, uno de los
jóvenes más prometedores del ajedrez sueco. Spielmann no
tuvo piedad de su rival y demostró que la clase en el
tablero se conserva sin importar el paso del tiempo. La
victoria de Spielmann no admite réplica posible:
|
Spielmann
- Lundholm
25
de Junio al 1 de Julio 1940
Estocolmo |
|
|
1
|
2 |
3 |
4 |
5
|
6
|
Puntos
|
Stig Lundholm |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
½ |
0.5
|
Rudolf Spielmann |
1 |
1 |
1 |
1 |
1 |
½ |
5.5
|
La última aparición de Spielmann en 1940 se produjo el
25 de Octubre en Ekilstuna, donde dio una conferencia y
unas simultáneas (en las que obtuvo un resultado de +14
=4 -9). Realmente Spielmann estaba pasando por graves
apuros financieros, se intentaba involucrarle en el
máximo número de eventos, pero estos escaseaban y eran
insuficientes en una época de recesión e incertidumbre.
Por este motivo tuvo que recurrir a ofrecer sus servicios
en partidas por correspondencia, comenzando dos contiendas
contra las ciudades de Lidköping y Örebro en las que permitió escoger la apertura a sus
rivales (la primera quedó inacabada y en la segunda
venció Spielmann). También se ofreció para jugar partidas por
correspondencia contra rivales individuales.
El ciclo se volvió a repetir en 1941: descanso durante el
invierno y puesta en marcha en Marzo, en este caso con una
gira por 8 ciudades. Durante este año visitó varias
localidades en las que dio exhibiciones y volvió a
repetir la formula de participar en un
pequeño torneo contra jugadores locales,
competiciones en las que solía vencer de forma clara.
Estos fueron los torneos que fue disputando en aquella
época: Kalmar
1941, Östersund 1941 y
Lund 1941,
lo que nadie podía imaginar es que estos serían los
últimos torneos en que participaría. Además,
Spielmann pasó una temporada durante el mes de Octubre en la
ciudad de Vasteras, en la que fue contratado para dar
varias sesiones de clases teóricas.
Y de este modo el frío y oscuro invierno sueco volvió a hacer su
aparición, por lo que Spielmann regresó a su habitación de
Estocolmo. Sería un invierno complicado, la salud de Spielmann
se había deteriorado alarmantemente y los siguientes meses
serían muy duros para el maestro austriaco. Aún así, decidió
volver a los tableros en primavera. Con un gran esfuerzo,
superando los inconvenientes de su enfermedad, comenzó una
nueva gira de simultáneas sorprendentemente larga:
Ciudad |
Resultados |
Ciudad |
Resultados |
Ludvika |
+13
=7 -6 |
Halmstad |
+20 =12 -3
|
Örebro |
+9
=6 -7 |
Malmö |
+10 =2 -0 |
Lindköping |
+7
=2 -0 |
Kävlinge |
+18
=2 -0 |
Lindköping |
+18
=3 -4 |
Hälsingborg |
+4
=2 -1 |
Vara |
+19
=2 -1 |
Hälsingborg |
+14
=1 -2 |
Göteborg |
+17
=10 -4 |
Olofström |
+19
=4 -2 |
Varberg |
+23
=7 -5 |
Västervik |
+23
=3 -2 |
Falkenberg |
+26
=4 -4 |
Ljungsbro |
+13
=1 -0 |
Slöinge |
+21
=2 -0 |
Ankarsrum |
+28
=4 -0 |
TOTAL:
417 partidas, +302 =74 -41 (porcentaje 81.3%)
Pero estas cifras no pueden esconder el sufrimiento de Spielmann
debido a su precaria salud. En
una de las últimas simultáneas sufrió una insuficiencia
cardiaca grave en mitad de la sesión, mientras trataba de
recuperarse comentó: "Si ya no puedo jugar al ajedrez,
¿qué queda de valor para mi?".
Realmente Spielmann
estaba sufriendo físicamente (las
simultáneas suponían un esfuerzo descomunal para él y para
cualquier otro maestro) y mentalmente, ya que no podía concebir
una vida sin el ajedrez, al que se asió desesperadamente tras
la tragedia que supuso la guerra.
18 partidas
jugadas por Spielmann en Suecia |
|
La gira de simultáneas sería su última aparición ante un
tablero de ajedrez. Su salud ya no se recuperaría y se iría
debilitando semana a semana. Rudolf Spielmann falleció en
Agosto de 1942 en el Hospital Asö de Estocolmo, muy lejos de la
tierra que le vio nacer y de la que fue injustamente expulsado,
una Viena a la que nunca pudo regresar y ver cumplido así su sueño
de volver a verla libre. Se fue con el cariño de los
aficionados y maestros suecos, entre los que dejó una profunda
huella. Siempre dispuesto a jugar torneos o simultáneas o
simplemente a charlar sobre ajedrez, Spielmann dejó muchos
amigos en Suecia y tras su muerte recibió multitud de homenajes
en el país. Su último pensamiento antes de morir fue para el
ajedrez, al que dedicó su vida y al que tantas bellas partidas
aportó. Fuera del tablero era inocente
e inexperto, una persona cándida y tímida que no tenía
enemigos; dentro del tablero se transformaba en un jugador
agresivo que lanzaba feroces ataques en cualquier rincón en el
que percibiese una debilidad y que añoraba una época, ya
lejana, en la que no sólo
el resultado era importante en una partida de ajedrez. El Gran
Maestro sueco Gideon Stahlberg lo definió perfectamente: "Spielmann
no buscaba logros
atemporales, estaba más interesado en perseguir a la siempre
esquiva belleza. Sus partidas son una larga cadena de alegres aventuras
y luchas audaces".
Finalicemos la historia de Spielmann con su parte dulce, la cual
es capaz de sobrevivir al amargor de su tragedia: sus partidas,
en las cuales siempre se puede encontrar un constante ímpetu
para pasar al ataque y para crear belleza, lo que le convertía
en un jugador con alma de artista que más bien parecía pertenecer a
la época clásica, tiempo de alocados románticos que
utilizaban un tablero de ajedrez como improvisado lienzo. Estas son sus últimas partidas de ataque, jugadas en
una época difícil para él:
Javier
Cordero Fernández
(20
Noviembre 2018)
Spielmann
-
Walding, Vasteras 1940
Lundholm
- Spielmann, Estocolmo 1940
Sjoholm
- Spielmann, Kalmar 1941
|
(VER)
(VER)
(VER) |
BIBLIOGRAFÍA
Varios
números de la revista Tidskrift for Schak
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