El
mago y sus hechizos repletos de genialidad
Bobotsov,
Milko - Tahl, Mikhail
Varna
1958
1.d4 Cf6
2.c4 g6 3.Cc3 Ag7 4.e4 d6 5.f3 0–0 6.Cge2 c5 7.Ae3
Cbd7 8.Dd2 a6 9.0–0–0 Da5 10.Rb1 b5 11.Cd5 Cxd5
12.Dxa5 Cxe3 13.Tc1 Cxc4 14.Txc4 bxc4 15.Cc1 Tb8 16.Axc4
Cb6 17.Ab3 Axd4 18.Dd2 Ag7 19.Ce2 c4 20.Ac2 c3 21.Dd3
cxb2 22.Cd4 Ad7 23.Td1 Tfc8 24.Ab3 Ca4 25.Axa4 Axa4
26.Cb3 Tc3 27.Dxa6 Axb3 28.axb3 Tbc8 29.Da3 Tc1+ 30.Txc1
Txc1+ 0–1
Después
de 11.Cd5
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Cuando uno quiere escribir sobre Mikhail Tahl sabe que
se enfrenta a un tarea complicada. ¿Qué decir que no
se haya dicho ya?, un jugador que ha acaparado todos los
elogios, tanto por su juego lleno de genialidades como
por su atrayente personalidad.
Esta partida sobrepasa cualquier elogio que se pueda
hacer. Sacrificar la dama en la jugada 11, con las
blancas al menos tan bien desarrolladas como las negras,
es un gran riesgo. Pero después de unas jugadas las
negras son más activas y las blancas se encuentran sin
piezas para defender a su rey. Bobotsov jugó la
apertura con agresividad y Tahl aceptó el reto, jugar
así contra un mago puede ser una temeridad... y más
cuando hay enroques opuestos, entonces la partida se
convierte en una carrera de peones que percuten contra
el enroque rival, y en esa carrera Tahl logró gran
ventaja. Misha movió con maestría sus soldados, que
aunque estaban en inferioridad numérica lograron una
gran victoria. |
Esta partida es muy representativa del estilo de Tahl.
Esto no es sólo ajedrez, entran en juego ciertos
aspectos externos, como un poco de psicología y el
temor que inspiraba a sus rivales con su sola presencia.
Además sacar a ciertos jugadores de los caminos
conocidos suele desconcertarles, las posiciones
complicadas no son para todos y en ellas Tahl era un auténtico
maestro. Hay que recordar a jugadores pioneros que
utilizaron la psicología en el ajedrez, como el campeón
del mundo Emanuel Lasker o el recientemente fallecido
Vassily Smyslov.
Yo estoy de acuerdo con la visión de los que creen que
en una partida de ajedrez hay algo más que seguir unas
líneas preestablecidas. No somos máquinas, somos seres
humanos, con nuestras debilidades y nuestro miedos. Todo
eso puede afectar en una partida de ajedrez: los
nervios, el cansancio, el temor al rival, etc. El que
controle todos estos factores externos tendrá mucho
ganado. Realmente no creo en los jugadores dogmáticos,
aquellos que limitan la forma de jugar a unas normas que
ellos consideran correctas... me parece demasiado
simplista y más en un juego tan profundo como el
ajedrez, donde las posibilidades son casi infinitas y
donde existen distintas maneras de jugar que se adecuan
a la personalidad de cada ajedrecista.
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