El
ajedrez es un deporte con múltiples facetas, algunas de
ellas realmente positivas. Todos conocemos y apreciamos
la diversión que proporciona, no sólo jugarlo, sino
bucear a lo largo de su historia y conocer ricos e
interesantes datos. Pero existe otro aspecto que no se
puede dejar de mencionar: su utilidad social, que además
tiene muchas vertientes. Una de ellas es la ayuda que
puede prestar a los niños que sufren hiperactividad o déficit
de atención, o las dos cosas a la vez (lo que es
conocido como TDAH).
Personalmente, he podido conocer este problema de cerca,
ya que como monitor de ajedrez he contado con varios niños
con TDAH en distintos cursos. Por eso, conozco de
primera mano la problemática de estos niños y de sus
familias y necesitaba conocer más sobre el tema, lo que
me llevó a preparar la maleta y desplazarme a
Navacerrada para asistir a las "I Jornadas de
ajedrez, sociedad, educación y psicopatología",
donde el TDAH fue el tema central del congreso. Durante
3 días pude asistir a un gran número de charlas dadas
por psiquiatras, pediatras y psicopedagogos, en las que
pude comprender el verdadero calado de este problema y
sensibilizarme con el drama que sufren estos niños y
sus familias. Pero lo más interesante del congreso fue,
sin duda, el proyecto "Jaque
mate al TDAH", dirigido por el
conocido árbitro FIDE Luis Blasco y el psiquiatra
HIlario Blasco (no, no son parientes), en el que se
busca ayudar a los niños que sufren TDAH a través del
ajedrez.
Ramón
Aciego, Leontxo García, Luis Blasco y Juan Antonio
Montero
El
TDAH, un problema muy serio
TDAH significa "trastorno de déficit de atención
e hiperactividad". Lo padece entre el 5 y el 8% de
la población infantil, aunque un alto porcentaje nunca
llega a ser diagnosticado. Se puede tener sólo una de
las dos patologías, aunque existen muchos casos en los
que se dan ambas a la vez o incluso con algún problema
asociado más.
Seguro que todos conocemos algún niño hiperactivo y
captamos, al menos por encima, el problema que
representa. Los niños hiperactivos tienen una intensa
actividad motora, no paran de moverse en todo momento y
lo hacen sin ningún fin concreto. Como es lógico, esto
les impide concentrarse o realizar tareas durante un
corto espacio de tiempo. En muchos casos tienen un espíritu
destructivo y se comportan de forma agresiva, no
prestando demasiada atención a la disciplina que se les
trata de imponer. Esto genera graves problemas en el
hogar y en el colegio, haciendo que la convivencia se
vuelva muy complicada. Esta patología tiene su raíz
en una actividad cerebral menor de lo habitual que
altera el comportamiento del niño.
Uno de los problemas que se presenta con este tipo de niños
es que son constantemente regañados en su casa y en el
colegio, lo que tiende a aislarles, ya que sufren el
rechazo incluso de su entorno más cercano (debido al
gran desgaste que supone tratar de educar a un niño que
no responde a la disciplina). Pero esa no es la solución,
el comportamiento del hiperactivo no se produce por
maldad, es algo que no puede controlar, por lo que
padres y profesores deben tener claro el problema al que
se enfrentan y formarse debidamente para poder
afrontarlo. Pero esta problemática puede cobrar tintes
más graves, incluso trágicos: en la adolescencia se
dan muchos casos de hiperactivos que se acercan al mundo
de las drogas y de la delincuencia. De hecho tras varios
estudios se ha constatado que un gran número de presos
han sido diagnosticados como hiperactivos.
El origen del déficit de atención es similar al de la
hiperactividad e incluso las consecuencias son
similares, aunque con comportamientos distintos. Los niños
que sufren déficit de atención son incapaces de fijar
su atención, de concentrarse, pareciendo siempre
despistados o incluso aparentando padecer algún
problema mental. Abordar cualquier tarea, por
insignificante que sea, puede convertirse en una odisea;
el niño comenzará a realizarla, pero al poco rato la
abandonará por cualquier otra que llame su atención y
la olvidará por completo. Por este motivo, su
rendimiento escolar es escaso y está condenado al
fracaso más absoluto. Resulta muy complicado tratar de
ayudarles, ya que en ocasiones da la impresión de que
ni quiera te escuchan o simplemente te prestan atención
durante unos pocos segundos y se distraen con otra cosa,
por lo que resulta imposible explicarles el concepto más
simple.
Los problemas del TDAH no se manifiestan tan claramente
cuando el niño realiza una tarea que le gusta, aunque
esto no es un consuelo, ya que las tareas cotidianas,
como conseguir que el niño se vista solo o se duche,
pueden convertirse en un objetivo casi imposible en el
que hay que bregar de forma incansable.
Cómo
ayuda el ajedrez a los TDAH
Las personas que sufren TDAH se pueden medicar, lo que
reducirá sus problemas... aunque sólo mientras el
paciente se medique, en el momento que deje de hacerlo
volverá a su estado anterior. Por tanto, hay que
buscar otras soluciones que funcionen a largo plazo y
ayuden al niño en su día a día, y es justo ahí donde
entra en juego el ajedrez.
La hiperactividad y el déficit de atención son debidos
a un funcionamiento cerebral escaso, por lo que las
mejoras siempre llegaran a través de una activación de
las zonas cerebrales afectadas. Actividades como el
ajedrez son ideales para activar el cerebro y mantenerlo
en forma, algo que será de gran utilidad a cualquier
persona que sufra TDAH. Al igual que el ajedrez, existen
otras actividades beneficiosas para el cerebro, como el
baile o cualquier disciplina artística, pero mi
experiencia personal me indica que el ajedrez es el
gimnasio de la mente y destaca sobre el resto con
meridiana claridad.
El gran problema de los TDAH es su escaso uso del lóbulo
frontal del cerebro, parte que gestiona la concentración
y la memoria, lo que dificulta su comportamiento en el día
a día y en el colegio. El niño tendrá dificultades
para planificar, tomar decisiones por sí sólo u
organizarse... curiosamente varios de los aspectos que
se potencian cuando alguien disputa una partida de
ajedrez. Está demostrado que los ajedrecistas utilizan
su lóbulo frontal más que el resto de personas y le
sacan un rendimiento mayor. Por eso, parece lógico
utilizar el ajedrez con los TDAH con la idea de
reactivar los circuitos cerebrales dañados y lograr que
se vayan activando poco a poco. Esto no puede traer más
que consecuencia positivas, ya que los efectos
secundarios del ajedrez son inexistentes.
El ajedrez implica varios aspectos positivos. Entre
otros muchos beneficios, te ayuda a planificar, a seguir
unas reglas o a fortalecer la memoria, aspectos muy
positivos para la vida de un TDAH. Además, como ya
hemos mencionado, el niño con TDAH se organiza mal y
gestiona su tiempo de forma desastrosa, algo que puede
cambiar diametralmente si juega al ajedrez.
Esto puede parecer palabrería oportunista, pero en el
proyecto 'Jaque mate al TDAH' han obtenido
excelentes resultados. En dicho proyecto se impartió un
curso de ajedrez de 3 meses (a razón de una hora
semanal) a niños y niñas con TDAH de distintas edades
(desde los 5 años hasta los 16), Los encargados de dar
las clases fueron el árbitro FIDE Luis Blasco (uno de
los directores del proyecto) y el MF Sergio Bolado,
ambos integrantes del Club de ajedrez 64 de
Villalba. Su metodología se ajustó a la filosofía de
un curso base: que el niño se divierta y se sienta cómodo
con el ajedrez. Para ello utilizaron ejercicios
sencillos cuyo fin era trabajar el cálculo, la memoria
fotográfica o la memoria espacial, siempre procurando
que el niño se mantuviese activo durante la hora de
clase intentando que su cerebro estuviese en
funcionamiento continuamente. Los ejercicios eran de un
nivel algo más bajo que los que se usan en un curso de
iniciación, ya que el objetivo no era que el niño
jugase al ajedrez lo mejor posible, sino utilizar el
ajedrez como una herramienta que estimulase el cerebro
del alumno. Esta tarea se completó con ejercicios que
el alumno debía resolver en su casa, buscando un
trabajo con el ajedrez casi a diario.
Realmente todos los integrantes del grupo que trabajó
en este proyecto (psiquiatra, enfermera y monitores) no
sabían los resultados que podrían obtener, ya que
nadie había explotado esta idea con anterioridad. Pero
los resultados fueron muy positivos. Tras haber
controlado el progreso de todos los niños, con un
equipo médico que trabajó codo con codo con los
monitores, se comprobó mejorías en 4 de cada 5 niños.
Cerca del 60% sufrieron una mejoría grande (más del
30%). En algunos casos se pasó de una hiperactividad
alta a un estadío donde el diagnóstico de TDAH no
hubiese sido claro. No hay que olvidar que el 90% de los
niños que participaron en el estudio llegaron con
fracaso escolar prolongado y sus profesores constataron
una clara mejoría en su rendimiento tras el curso. Sin
duda, estamos ante una noticia muy positiva e
interesante que debe ser desarrollada más ampliamente
en un futuro, presentando más resultados y de forma más
tangible... no hay que olvidar que ésta ha sido una
iniciativa pionera y estoy seguro de que mejorará año
tras año. Hilario Blasco, amablemente me ha pasado los
resultados del estudio, podéis verlos en el siguiente
archivo pdf: Resultados
jaque mate al TDAH.
El congreso, como no podía ser de otra forma, finalizó
con un torneo abierto de ajedrez, en el que participó
todo el que quiso y contó con varios de los niños TADH
que participaron en el curso... un bonito colofón a una
gran iniciativa:
Torneo
en la casa de cultura de Navacerrada
Javier
Cordero Fernández
(12
Noviembre 2012) |