Curiosidades
de una vida
La
vida de un periodista puede llegar a ser apasionante. Lo es a nivel personal, a través de los descubrimientos que
pueda realizar y el orgullo que produce un trabajo bien
hecho. Pero también representa un estilo de vida muy
interesante que permite realizar incontables
viajes y conocer personajes interesantes e ilustres. Miguel Ángel
Nepomuceno ha recorrido muchas carreteras, ya que,
curiosamente, odia volar en avión, y ha acumulado muchas
experiencias, algunas de ellas realmente llamativas:
Jugando
al ajedrez con un presidente del gobierno
La
mayoría de aficionados al ajedrez saben que el
ex-presidente del gobierno José Luis Rodríguez
Zapatero juega con asiduidad al ajedrez. Lo que tal vez
no sepan es que la persona que le enseñó a jugar fue
Miguel Ángel Nepomuceno. Más adelante les uniría una
gran amistad y jugarían
infinidad de partidas durante la época universitaria de
Zapatero, y lo siguen haciendo en la actualidad cuando
coinciden en León.
El nombre de Zapatero se ha ligado en más ocasiones al
mundo del ajedrez, ya que siendo presidente mostró su conformidad a la inclusión del
ajedrez en el sistema educativo, pero como el resto de
gobernantes de este país nunca tomó las medidas
necesarias para que la idea llegase a buen puerto
(recordemos que es una medida aprobada en 1996). Como
curiosidad final, mencionar que el jugador favorito del
ex-presidente es Bobby Fischer.
Una
amistad hollywoodiense
Miguel
Ángel Nepomuceno procede de León y a través de esa
tierra pudo conocer a un actor que se encontraba en el
momento álgido de su carrera: Viggo Mortensen. Antes
de comenzar el rodaje de 'Alatriste' se buscó un pueblo
que sirviese de patria para el personaje protagonista
del film, con la intención de dotarle de unas raíces y
un origen. Uno de los lugares visitados fue los montes de
León, que finalmente fue el rincón escogido como patria
ficticia del Capitán Alatriste. Viggo Mortensen
realizó un viaje por la zona (Valle del Curueño) para
preparar el personaje, entrando en contacto con la gente
del lugar y disfrutando de la belleza de las montañas. Desde ese momento se
quedó prendado de la provincia leonesa y comenzó su amistad con
Miguel Ángel. Su relación con León es
curiosa. Viggo ha reconocido que es uno de sus parajes
favoritos y siempre que puede pasa unos días en la
provincia. Suele tener gestos de deferencia
hacia los leoneses, como colocar una bandera de León
decorando el exterior de su roulotte durante todo el
rodaje de 'Alatriste'. Por todo ello fue nombrado hijo adoptivo de la
ciudad.
Miguel Ángel fue invitado por Viggo al rodaje de la película en
Uclés (Cuenca) y plasmó todas sus vivencias en una
serie de artículos que fueron publicados en el Diario
de León. A través de dichos artículos,
excelentemente escritos, Nepomuceno nos revela cómo
es realmente Viggo Mortensen, un actor que se aleja de
los estereotipos asociados a las estrellas de Hollywood y se
acerca más a un bohemio de buen corazón, muy cercano a
la gente y que busca una existencia sencilla. Incluso en
los rodajes se muestra accesible y no duda en mezclarse
con los extras y con el resto del equipo.
Viggo Mortensen también es un gran aficionado al ajedrez, fiel compañero de viaje durante sus
rodajes. Su comportamiento dista mucho de lo que
se espera de una estrella de cine: es un amante de la
naturaleza y no duda en dormir al raso en lugares donde pueda
entrar en comunión con la naturaleza, siempre
acompañado de su cámara de fotos con la que intenta
atrapar la belleza que le rodea. Además, escribe
poesía y es un apasionado de la música jazz y folk...
resulta sorprendente encontrar tras el personaje de Aragorn
a una persona tan interesante que no ha sucumbido al peso
de su fama, algo que demuestra una gran personalidad.
Un
pianista genial... también dentro del tablero
Otro
de los genios con que Miguel Ángel ha compartido
tablero es el pianista austriaco Paul Badura Skoda. De
sobra conocido en el mundo de la música, está
considerado uno de los mejores pianistas de la historia.
Badura-Skoda fue un innovador, ya que lideró una
corriente que interpretaba obras del siglo XVIII con los
instrumentos originales de aquella época. Por ejemplo,
realizó una grabación de todas las sonatas de Mozart
con un pianoforte de 1750.
Curiosamente, Badura-Skoda siempre se ha sentido más
fascinado por el
ajedrez que por la música, una afición que le viene de
lejos... durante su juventud llegó a jugar contra
Lasker, Capablanca y Alekhine, logrando alguna victoria
ante ellos.
En sus escasos ratos libres el ajedrez es el
protagonista principal, siempre dispuesto a jugar una
partida contra quien acepte el reto. Suele llevar un tablero
magnético en su maleta, además de algún libro de
ajedrez, y es habitual verle analizando posiciones de
partidas actuales. Dicen los que han jugado contra él
que tiene un nivel de maestro y que es habitual que las
partidas se prolonguen durante toda la noche, aunque
acabe de dar un agotador concierto unas horas antes.
Gabriel García Márquez, que fue testigo de una de esas
noches en vela jugando al ajedrez, le describe de forma
curiosa: "Paul Badura Skoda es en realidad un
ajedrecista que sólo toca el piano para vivir".
A continuación pueden leer el escrito de García
Márquez en el que habla de aquella inolvidable noche de
ajedrez: La
larga noche de ajedrez de Paul Badura Skoda.
Miguel Ángel Nepomuceno ha compartida muchas de esas
noches de ajedrez con Paul Badura-Skoda y le ha
entrevistado en diversas ocasiones. A continuación
podéis leer uno de esos reportajes, en el que nos
muestra a un personaje especial, de los que aparecen
unos pocos cada siglo, una mente brillante con un
talento inacabable:
Entre
escritores anda el juego... del ajedrez
Miguel
Ángel Nepomuceno y Arturo Pérez-Reverte
Muchos
autores han incluido el ajedrez en sus obras. Atraídos
por un juego que permite dar rienda suelta a la
imaginación y a la creatividad, no nos puede extrañar
que el ajedrez aparezca en películas, novelas y obras
de arte. Dentro del maravilloso mundo de los libros hay
nombres célebres que se han declarado amantes
incondicionales del ajedrez y entre ellos destaca Arturo
Pérez-Reverte, que ha convertido el juego de Caissa en
su auténtica religión.
Pérez-Reverte es de sobra conocido en el mundo de la
novela. Obras como 'La piel del tambor', 'El maestro de
esgrima' o la serie 'Alatriste' le han dado una justa
fama. Los aficionados al ajedrez le conocemos por 'La
tabla de Flandes', obra con algunos inexactitudes en lo
referente al juego, aunque con una trama de las que
engancha y te hace 'devorar' las páginas una tras otra.
La inclusión del ajedrez en esta obra no es casualidad,
Pérez-Reverte es un amante del ajedrez, y lo es en una
de sus vertientes más interesantes: la artística.
Miguel Ángel entró en contacto con Pérez-Reverte a
través del ajedrez, ya que le pudo entrevistar en
exclusiva durante el Magistral de León de 2011.
Pérez-Reverte se estaba documentando para su próxima
novela, El tango de la guardia vieja, en la que
el ajedrez volverá a estar muy presente, sobre todo en
su vertiente profesional, por lo que el escritor quiso
ver con sus propios ojos como era un torneo de élite
desde dentro y conocer el comportamiento de los Grandes
Maestros cuando están sometidos a la máxima presión.
Pero pongámonos en manos de Miguel Ángel y conozcamos
un poco más a Pérez-Reverte, y su curiosa relación
con el ajedrez, a través de las preguntas que le
realizó:
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