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Mejores partidas

El gangster del tablero

Tahl, Mikhail - N. N.

URSS 1963

1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 a6 6.Ag5 e6 7.f4 b5 8.e5 dxe5 9.fxe5 Dc7 10.De2 Cfd7 11.0–0–0 Ab7 12.Cxe6 fxe6 13.Dg4 Db6 14.Td6 Axd6 15.Dxe6+ Rf8 16.Ac4 bxc4 17.Tf1+ Cf6 18.Txf6+ gxf6 19.Ah6++ 1–0

 

           

Después de 11...Ab7                   Después de 13...Db6                 Después de 15...Rf8   

 

Las partidas de Mikhail Tahl llevan un sello especial que sirve para diferenciarlas del resto. Un inquebrantable afán por atacar, en ocasiones utilizando jugadas inverosímiles y arriesgadas hasta lo imposible, que nos muestra la visión de un artista capaz de dar rabiosas pinceladas en busca de crear sin fin. No importa que esta partida fuera jugada durante unas simultáneas, ya que refleja y encierra de forma precisa el estilo que mantuvo durante toda su carrera. Inolvidable fue la frase que pronunció Smyslov tras una de las partidas que le enfrentó a Tahl: "Este muchacho es un gangster del tablero"... viendo la partida, no nos podemos extrañar del abatimiento de Smyslov.

Tahl tenía una forma de entender el ajedrez que le alejaba del resto de maestros. Para él, el ajedrez era una pasión y como tal debía abordarse... incluso por encima del resultado de la partida. Esta visión del ajedrez, y del mundo que le rodeaba, quedó reflejada en la siguiente anécdota: nos encontramos en 1955, se están disputando las semifinales del Campeonato de la URSS y Tahl necesitaba unas tablas para lograr la clasificación. Acuciado por la presión y por la importancia del resultado, sucumbió al ambiente y utilizó la variante del cambio en la Defensa francesa. Al instante se arrepintió, tal y como demostró al declarar tras la partida:  "Me sentí inmediatamente y terriblemente avergonzado"... nunca más volvió a hacer algo similar.

Mikhail Tahl vs Boris de Greiff

Su historia parece la leyenda de un héroe. Una rápida y exitosa ascensión, con una forma de jugar llena de pureza, siempre siguiendo sus propios ideales que se acercaban a la utopía. La llegada a la cima en muy poco tiempo, en plena juventud, manteniendo un estilo fiero que hacía tambalearse todos los conceptos que hasta ese día se creían válidos. Y con una forma de ser que era todo un ejemplo, siempre con modestia y un buen humor que siempre aparecía, incluso en los malos momentos.

La siguiente anécdota refleja un carácter nada habitual en el mundo del ajedrez y un anhelo por conseguir victorias siempre en el tablero y de forma justa: el campeonato de Letonia de 1953 fue el primer triunfo de importancia en la carrera de Tahl. En dicho campeonato se enfrentó contra el que sería su maestro, Alexander Koblenz. Koblenz tenía la partida ganada, aunque también tenía grandes apuros de tiempo, y tras realizar su jugada nº 39, creyendo que era la 40 (con la que se llegaba al 1er control y se sumaba una hora en su reloj), se levantó de la silla respirando tranquilo creyéndose a salvo... en realidad apenas le quedaban unos pocos segundos en su reloj y una jugada por realizar. Tahl realizó su movimiento y advirtió a Koblenz de que su tiempo se estaba consumiendo y no había llegado a la jugada 40. Koblenz, algo escéptico, prefirió cubrirse las espaldas e hizo un rápido movimiento. Tahl abandonó en la siguiente jugada. Tras reconstruir la partida, Koblenz comprobó que se había equivocado y que en realidad había anotado una jugada de menos, comprobando a la vez que ante él se encontraba un ajedrecista distinto al resto.

Hasta sus últimos días, a pesar de encontrarse gravemente enfermo, con un cáncer de estomago que le estaba destruyendo, mantuvo su espíritu indomable y su inalterable pasión por el ajedrez, analizando partidas con la ilusión de un niño, con destellos en sus ojos cada vez que una nueva combinación aparecía en su 'perversa' mente. Sin embargo, su mirada se iba apagando poco a poco y el brilló desapareció en Junio de 1992. Éste suele ser el final de la historia de muchos héroes, gloria y tragedia suelen convivir en un pequeño espacio y en la vida de Tahl siempre estuvieron revueltas y entremezcladas.

  

 

 

 

 

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