Paul Charles Morphy tiene un sitio preferencial en la
historia del ajedrez y podemos decir que es totalmente
justo a la vista del dominio que demostró sobre el resto
de sus contemporáneos. Estamos ante uno de los jugadores con más talento de la
historia, cuya irrupción en el mundo el ajedrez
parece sacada de una leyenda. Su viaje a Europa
representa una de las gestas más importantes de la
historia de nuestro deporte, Morphy retó y derrotó a
todos los jugadores de cierto nivel que habitaban en el
viejo continente. Y todo esto lo hizo desplegando un
juego lleno de brillantez, con combinaciones demoledoras
y mostrando una gran superioridad sobre el resto en las
posiciones abiertas.
Porque en eso radicaba la superioridad de Morphy, en su
clarividencia a la hora de buscar la mejor ubicación de
sus piezas para atacar y en su constante búsqueda de
espacios por los que desarrollar su juego. Nadie como
él entendió la complejidad de un rápido y correcto
desarrollo de piezas, y sobre todo, nadie buscó como
él el momento idóneo de lanzarse al ataque. A lo largo
de su corta carrera nos dejó jugadas muy brillantes,
aunque tal vez Morphy no buscaba la belleza en sus
partidas, sino la forma más rápida y contundente de
llegar al triunfo... algo totalmente respetable. La
búsqueda de la belleza quedó para otros caballeros
románticos, como Anderssen, Kolisch, Chigorin, Bird o
Charousek.
Esta partida es muy representativa del estilo de Morphy,
con increíble rapidez moviliza todas sus fuerzas y las
coloca de forma inteligente. Lo siguiente son varios
golpes, realmente preciosos, que aprovechan las
dificultades de sus rivales por su mal desarrollo (sobre
todo el rey sin enrocar). En la jugada 12 todo esto se
ve con meridiana claridad, las blancas tienen pieza de
menos, pero la posición es completa y absolutamente
suya. El remate final es digno del escenario donde se
jugó la partida:
Interior
de la Ópera de París
La
partida se jugó en el palco del Duque de Brunswick en la Opera de
París, durante la representación de "El Barbero
de Sevilla". Bien es cierto que los rivales a los que se enfrentó
Morphy sólo eran aficionados, pero la forma de lograr
la victoria otorga a esta partida el privilegio de
permanecer en el tiempo hasta que el ajedrez se extinga...
si es que eso llega a ocurrir algún día.
"Las
blancas ejecutan sus golpes siempre en el momento
oportuno". Max Euwe
"Morphy
en vena. La brillante combinación y los sacrificios
concebidos en esta partida son de los más hermosos que
jamás se hayan visto en la Historia del ajedrez".
Geza Maroczy
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