Esta partida fue jugada por
dos grandes filósofos, dos mentes brillantes que se
enfrentaron en un tablero de
ajedrez. Existen algunas voces que niegan que Rousseau
fuese el jugador que condujo las blancas, aunque todo
hace indicar que es muy posible que lo fuese, de hecho
se especula con que disputaron un match de varias
partidas.
La partida es preciosa, utilizando el doble sacrificio
de torre que sirve para alejar a la dama. Realmente lo
que me genera más dudas es la calidad de la partida,
aunque tratándose de una mente privilegiada como la de
Rousseau todo es posible. Lo que si es de sobra sabido
es que Rousseau jugaba al ajedrez con asiduidad y por lo
que el mismo confesó no era un jugador demasiado
fuerte, algo que esta partida contradice... curiosidades
de la historia que no podemos comprobar con la
rigurosidad que nos gustaría. |