El Che solía apuntarse a las simultaneas de los GM que
pasaban por La Habana. Con motivo de las Olimpiadas
celebradas en Cuba pudo jugar con varios rivales, entre
ellos Mikhail Tahl.
El carisma del Che era muy grande y posiblemente los
maestros no se empleaban al 100% ante un personaje tan
querido, de ahí las tablas que logró ante muchos de
los grandes jugadores de la época. Aun así el nivel
del 'Che' era bastante alto para ser sólo un
aficionado. |