Los éxitos llegaron y la fama también, su nueva
concepción de la música, fusionando distintos estilos,
marcó época. Pero con la fama también llegaron los
problemas, Ray empezó a consumir drogas con asiduidad y
pronto fue un adicto. Por fortuna, logró superar este
trance, sin dejar en ningún momento de publicar un
éxito tras otro.
Ray Charles trató de utilizar su fama en beneficio de
una causa: la lucha por los derechos de los
afroamericanos, tema que sigue candente hoy en día y
que durante los años 60 y 70 llegó a límites verdaderamente peligrosos... la estupidez humana no conoce
límites, no puedo sentir más que desprecio por las
personas que juzgan a sus semejantes por el color de su
piel.
Ray Charles era un gran aficionado al ajedrez, juego al
que dedicaba largas horas cuando estaba de gira, tanto
en los viajes como entre concierto y concierto. Cómo es
lógico, tenía que jugar con tableros especiales debido
a su ceguera, pero llegó a alcanzar un gran nivel a
pesar de ser sólo un aficionado. Un nuevo ejemplo de un
gran personaje atraído por un juego milenario y lleno
de magia. |