Stolberg 1 - Zak 0 Año 1939
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La historia de Mark Stolberg. Otra vida cercenada por el horror de la Guerra La II Guerra mundial representó uno de los grandes dramas de la historia de la Humanidad. El ajedrez, como todas las ramas de la sociedad, fue brutalmente golpeado por el conflicto, perdiendo a muchos de sus representantes o afectando gravemente la vida de muchos otros. Entre estas tragedias está la historia de Mark Stolberg, cuya vida llegó a su fin cuando apenas había comenzado. Procedente de Rostov (nació en 1922), Mark Stolberg se convirtió en una de las figuras más prometedoras de la URSS. Siempre tras sus gafas de cristales gruesos, sin las que no veía bien, logró el título de maestro con sólo 17 años y lo hizo desplegando un juego de ataque realmente llamativo. Su rendimiento en los torneos juveniles fue sobresaliente y su irrupción en el 'mundo de los adultos' estuvo a la altura de lo mostrado hasta ese momento, ya que logró el primer puesto en las semifinales del Campeonato de la URSS: Ver tabla. En la final de dicho campeonato no pudo repetir su buena actuación, pagando cara su inexperiencia y la dura competencia a la que se enfrentó, finalizando en 13ª posición con 8 puntos en 19 partidas... este sería su último torneo, lo que representa una de las carreras más cortas de la historia del ajedrez. Mark Stolberg con su uniforme de soldado Su prometedora carrera se vio interrumpida por el estallido de la II Guerra Mundial. Stolberg fue llamado a filas cuando los nazis invadieron la URSS, combatiendo en el frente de Novorosissk, donde el destino quiso poner fin a su vida durante una de las refriegas contra los soldados nazis ocurrida el 16 de Mayo de 1943. Stolberg sólo tenía 21 años cuando dejó este mundo, toda una vida por vivir, todas las experiencias esperando a ser acumuladas y muchas combinaciones en un tablero que nunca llegaron a ver la luz... una guerra jamás puede ser justificable y mucho menos por los motivos que llevaron a los alemanes a intentar poner Europa bajo su yugo. Stolberg siempre fue un apasionado del ajedrez, incluso durante el conflicto fue incapaz de abandonar su gran pasión. Evidentemente en el frente no podía jugar al ajedrez, aunque se las ingenió para que en sus manos siempre hubiese alguna publicación ajedrecística, como el libro sobre el torneo internacional de Moscú (1935) que le prestó otro joven soldado. También se conserva una carta que envió a su hermana en la que le pedía que le enviase las partidas de los campeonatos del mundo que disputaron Alekhine y Bogoljubow. Con Mark Stolberg desapareció uno de los grandes talentos soviéticos del periodo de entreguerras. David Bronstein le definió como el "Tahl de nuestra generación". Su temprana desaparición hizo que muy pocas partidas suyas hayan llegado hasta nuestros días, lo que, sin duda, es una verdadera lástima. Javier Cordero Fernández (27 Julio 2013) |