Una verdadera obra de arte, Imbaud se deshace de sus
piezas como si no las necesitase para
nada y termina dando mate con lo poco que le queda, el
Rey negro acaba mareado de
dar tantas vueltas por el tablero. Un auténtico golpe
de estado en el Reino de las negras... a rey muerto, rey
puesto.
Esto sólo se puede lograr con un cálculo muy
profundo. Las partidas por correspondencia permiten
este tipo de combinaciones al poder reflexionar un
movimiento durante días.
UN
POCO DE HISTORIA (20-09-2009):
Existen serias dudas
sobre la autenticidad de esta partida. Son varias las
versiones que se le atribuyen y resulta difícil saber
cual es la verdadera.
Vayamos por orden cronológico. La primera versión de
esta genial partida data del año 1917 y sus
protagonistas fueron J. Perrier (blancas) y F. J.
Wellmuth (negras), que se enfrentaron en California. La
partida fue publicada en Golden Treasury of Chess, en
1943 y parece ser que ambos jugadores eran sacerdotes.
Esta puede ser la versión más creíble porque la
planilla venía firmada por Wellmuth.
Pero sobre esta versión hay otro punto de vista. Y es
que existe la partida comentada por J. Perrier en la que
dice que es una composición suya, realizada durante la
I Guerra Mundial, aduciendo que en esa época resultaba
imposible poder jugar al ajedrez, por lo que se tenía
que conformar con recrearse en el tablero sin rival ni
compañero.
En 1922 se jugó la partida del texto, que no podemos
saber con exactitud si es real o no, pero que se pudo
dar ya que a manos de Imbaud podía haber llegado la
partida de Perrier y pudo haberla jugado siguiendo los
movimientos ideados por el sacerdote. No sería el
primer caso de partidas duplicadas y reales.
Una pena no poder desentrañar la historia real de esta
partida, que por otra parte es un joya que todo amante
del ajedrez debería conocer. |