Olvidémonos de los piratas del tablero, por suerte el
ajedrez es muy amplio y existen muchas cosas con las que
poder disfrutar... como esta partida blitz disputada por
Gary Kasparov ante un rival tan duro como Vladimir
Kramnik. El sacrificio de dama es sorprendente, y lo es
por realizarlo al comienzo del medio juego y por ser sólo
a cambio de dos piezas menores. Pero esta es la magia
del ajedrez, tras la combinación las piezas negras son
muy activas y dominan el centro, y los caballos empiezan
a moverse por cada hueco de la defensa blanca convirtiéndose
en las piezas más importantes del tablero.
Todo jugador de ajedrez prefiere quedarse con su pareja
de alfiles en previsión de un futuro final donde sean
fuertes. Tal vez por eso me gustan las partidas donde
los caballos revolucionan todo yendo y viniendo por el
tablero a sus anchas. Esta partida es un buen ejemplo de
ello, los caballos de Kasparov son decisivos en la
partida y se mueven de una forma brillante y elegante.
Esta podría ser considerada la mejor partida de
Kasparov, rivalizando con su triunfo
frente a Topalov, pero el haber sido a
ritmo blitz de 5 minutos le resta trascendencia. Aunque
también resulta sorprendente como el azerí puede jugar
con tanta precisión con semejantes apuros de tiempo,
creo que es la partida blitz más brillante que he
reproducido nunca.
En realidad las partidas blitz no reflejan la esencia
del ajedrez, no hay tiempo para analizar las posiciones
y en ellas juega un papel muy importante la intuición.
Si bien es más recomendable jugar a ritmo lento, también
es cierto que las partidas blitz son sumamente
divertidas, sobre todo si se juegan en un tablero real,
con un reloj real y ante un rival de carne y hueso, por
lo que de vez en cuando puede ser entretenido pasar una
tarde jugando partidas blitz... personalmente os lo
recomiendo. |