El ajedrez tiene un recurso
salvador para posiciones desesperadas: el ahogado.
Además, suele ser muy estético porque en muchas
ocasiones hay que entregar mucho material para
conseguirlo. Suele representar una verdadera sorpresa
para el rival, que por lo general suele estar confiado
en la victoria y no consigue ver la amenaza que se
cierne sobre su cabeza.
Esto fue lo que ocurrió en esta partida disputada en un
Open jugado en tierras hispalenses. Miles había
intentado lanzar un ataque con sacrificio de pieza, pero
había fracasado y se encontraba en una posición
absolutamente perdida... pero tenía un último halo de
esperanza, buscó la clavada de su caballo con Ce4
(jugada que debería haber hecho desconfiar a su rival)
y sacrificó el resto de sus piezas en las cercanías
del rey enemigo. Tan estético como efectivo. |