Mikhail Tahl   Paul Charles Morphy AJEDREZ DE ATAQUE

Alexander Alekhine   Adolf Anderssen

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 Mejores partidas

Gran belleza, algo extraño a finales del siglo XX

Paisaje, con la luna y un rostro de mujer en el cielo

Motylev, Alexander - Iljushin, Alexei

Campeonato Rusia, Samara 2000

1.e4 e6 2.d4 d5 3.Cd2 Cf6 4.e5 Cfd7 5.Ad3 c5 6.c3 Cc6 7.Ce2 cxd4 8.cxd4 f6 9.exf6 Dxf6 10.Cf3 h6 11.0–0 Ad6 12.Cg3 0–0 13.Ac2 Td8 14.Te1 Cf8 15.Ce5 Ad7 16.f4 Ae8 17.Ae3 Dh4 18.Tf1 Ce7 19.f5 Axe5 20.dxe5 exf5 21.Tf4 Dg5 22.Df3 Ceg6 23.Txf5 De7 24.Tf1 Ce6 25.Th5 Cg5 26.Txg5 hxg5 27.Cf5 Dc7 28.Ab1 Ab5 29.Dh5 Cf8 30.Axg5 Te8 31.Af6 Db6+ 32.Rh1 Axf1 33.Ch6+ gxh6 34.Dg4+ Rf7 35.Dg7+ Re6 36.Dg4+ Rf7 37.Dh5+ Rg8 38.Ah7+ 1–0

 

           

Después de 25...Cg5              Después de 30...Te8               Después de 32...Axf1              Después de 37...Rg8

 

Alexander Motylev

            Ya no son tiempos de partidas espectaculares. Sobre los motivos que han forzado esta situación ya he escrito en otras partidas. Vivimos unos tiempos donde las computa- doras marcan el paso del progreso del ajedrez... pero ellas no son más que una amasijo de componentes electrónicos, no tienen sentimientos y el concepto de belleza les es totalmente desconocido. 

            El problema es que son imprescindibles en el plan de entrenamiento de los grandes maestros e incluso de cualquier aficionado, por lo que el juego del ser humano termina pareciéndose al de las máquinas. Quedan pocos jugadores con la comprensión del ajedrez que tenían los grandes de hace sólo unas décadas, eso se nota cuando uno se detiene a escuchar los comentarios de Ljubojevic o Spassky (dos jugadores asiduos a los torneos actuales) y la rapidez con que pueden ver todo en el tablero.

 

            Por eso siempre nos sorprende ver partidas como esta, un ataque puro contra el enroque aprovechando que todas las piezas blancas apuntaban contra las murallas negras. Esto diferencia al ser humano de las máquinas: la capacidad de convertir una partida en una obra de arte. Probablemente se podrán encontrar jugadas mejores... ¿pero serán más bonitas? Sin duda se podría haber llegado al triunfo con menos sobresaltos... ¿pero podrá esa partida pasar a la historia del ajedrez? Creo que estas preguntas tienen fácil respuesta y el lector no tendrá problema en contestarlas.

           Tengo que reconocer que nunca me había detenido a reproducir las partidas de Alexander Motylev, tras esta joya lo he hecho y he encontrado un buen número de combinaciones interesantes. Siempre es bueno que existan jugadores que nos muestren que se puede llegar a la victoria poniendo los pelos de punta a los espectadores, que generen posicio- nes complicadas que logren mantenerte pegado a la pantalla del ordenador, el ajedrez se enriquece con la variedad de estilos y entre ellos no pueden faltar los añorados tácticos.

 

 

 

 

 

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