Tal vez no se ha escrito lo suficiente sobre lo
acontecido en el campeonato de la PCA de 1998, por la
magnitud de los protagonistas parece que se optó por
mirar para otro lado. Comencemos narrando lo acontecido
en tierras españolas, en Cazorla se dirimiría quien
tendría derecho a retar a Kasparov por el título de la
PCA y en dicho match de candidatos se enfrentarían
Shirov y Kramnik. Shirov se mostró muy sólido en su
juego, algo que sorprendió a su rival, que trató de
llevar todas las partidas a un juego posicional donde se
vio superado. Además, también fue superior en las
posiciones complicadas, logrando dos victorias y
entablando en el resto para un resultado final de
5'5-3'5.
Un buen ejemplo del desarrollo del match fue la partida
que ven más arriba, que fue la última y decisiva, ya
que no hizo falta seguir jugando más rondas. Un
inspirado Shirov barrio literalmente a su rival y lo
hizo con el juego que se esperaba de él. El resultado
fue justo, algo que nadie puede poner en duda.
La sorpresa llegó tras el match. Kasparov empezó a
poner trabas en las condiciones que se intentaban fijar
para la disputa de la final. Tras varios intentos de
negociación las relaciones se rompieron y Kasparov
decidió que Kramnik sería su rival, algo que se
concretó tras unas breves negociaciones. No hace falta
ser muy desconfiado para darse cuenta de que Kasparov
había preparado todo para que Kramnik fuese el
finalista y que de ese modo pudiese entrar en la
reunificación del título que se produciría años
después (tal y como ocurrió). Shirov fue timado y
perdió la gran oportunidad de su vida.
Caissa
y el mundo del ajedrez miraron para otro lado, Kasparov
era demasiado importante. Gary ha hecho mucho por el
ajedrez, ha sido un gran campeón, pero en este caso su
comportamiento no fue el mejor. Ni el ni Kramnik jugaron
limpio en este caso y este último logró un título de
campeón del mundo que está manchado por la sombra de
la duda. |