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 Mejores partidas

Una forma muy turbulenta de hacer tablas

Gran Ola

Hamppe, Carl - Meitner, Philipp

Viena 1872

1.e4 e5 2.Cc3 Ac5 3.Ca4 Axf2+ 4.Rxf2 Dh4+ 5.Re3 Df4+ 6.Rd3 d5 7.Rc3 Dxe4 8.Rb3 Ca6 9.a3 Dxa4+ 10.Rxa4 Cc5+ 11.Rb4 a5+ 12.Rxc5 Ce7 13.Ab5+ Rd8 14.Ac6 b6+ 15.Rb5 Cxc6 16.Rxc6 Ab7+ 17.Rb5 Aa6+ 18.Rc6 Ab7+ ½–½

 

       

Después de 3.Ca4                    Después de 9.a3                   Después de 11.Rb4

 

             En unos tiempos donde cada año se juegan partidas que terminan en tablas en pocos movimientos o donde se firman tablas en posiciones llenas de vida, se echa de menos otra forma de jugar al ajedrez. En realidad el aficionado no exige partidas al estilo romántico, sólo desea ver algo de lucha en ciertas partidas, comprobar que los jugadores están interesados en lograr el triunfo y que no se conforman con unas tristes tablas en las que sólo están preocupados en no correr el más mínimo riesgo.

             Porque una partida puede haber finalizado en tablas y haber sido una lucha sin cuartel. La partida que vemos en la parte superior es un bello ejemplo de lo aquí expuesto. Y es que Meitner se sentó en el tablero con ganas de marcha, eligiendo una variante en la que se entrega un alfil en la 3ª jugada para ir llevando al rey rival hacia el centro del tablero. El sacrificio de dama, sólo 6 jugadas después, es la guinda a un pastel que quedó delicioso. Por la belleza de sus jugadas esta partida ha sido bautizada como la 'Inmortal de las tablas'.

             Creo que el mundo del ajedrez se debe volcar en una lucha contra las tablas en pocas jugadas, son una lacra que desluce el espectáculo y que sitúa al ajedrez en un escalón muy por debajo del deporte... porque el deporte siempre se ha caracterizado por la lucha por el triunfo, algo que a veces en el ajedrez brilla por su ausencia.

 

 

 

 

 

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