Esta no parece una partida jugada en el siglo XX. Sí lo
es por la apertura utilizada, aunque el medio juego que
se desarrolló dista mucho de lo que nos solemos
encontrar hoy en día. Aleksandar Wohl
no estaba teniendo su mejor torneo
(en un Open encuadrado dentro del Festival de Biel), tal
vez por eso jugó de una forma tan agresiva, con rabia
contenida tras no estar peleando por los puestos de
honor. A
Gipslis no se le pueden poner demasiadas pegas, hasta el
momento del ataque demoledor de su rival había colocado
con bastante lógica sus piezas, pero terminó
derrumbándose ante la tremenda presión a la que fue
sometido.
El flanco de rey, que era la fortaleza del rey negro,
desapareció por completo bajo la acción de los ataques
ideados por Wohl, que no dejó piedra sobre piedra. El tablero fue devastado a golpe de sacrificio y
el rey negro fue acosado sin piedad entre sus propias
piezas, que asistieron impotentes a su caza... puro ajedrez
romántico a las puertas del siglo XXI. |