De todos es conocido que Botvinnik fue una persona metódica
y ordenada, llegando a crear escuela por su forma de
prepararse. No fumaba, no bebía alcohol y siempre comía
una hora y media antes de cada partida, para luego
tumbarse sin llegar a dormir... lo hacía por un simple
hecho: "cuando estás acostado nadie te molesta
con conversaciones superficiales".
Durante las partidas solía beber café y comer
chocolate para reponer fuerzas. Botvinnik opinaba que si
aumentaba de peso durante un torneo significaba que
estaba jugando mal. Así mismo, si al acabar una partida
no se sentía cansado pensaba que su juego había sido
defectuoso... tras su gran victoria ante Capablanca, en
la que tuvo que calcular variantes en profundidad, declaró que se encontraba tan extenuado que apenas podía
levantarse de la silla. |